:C ¿Me haces un humano/tritón de ChanSoo?
SÍ!
Kyungsoo ha aprendido de su padre que hay que temer siempre al hombre. El hombre, aunque teme al mar y a lo que en él vive, es el más peligroso de los depredadores. El hombre usa su ingenio para destruirse a sí mismo, para destruir a sus hermanos y a su casa, destruye el suelo que pisa, el agua que toma, a la mujer que ama. Las criaturas del mar temen como cualquier otra a la pisada enfundada en cuero de un cazador que blande su espada o dispara su flecha contra la naturaleza que le dio la vida.
Como el príncipe del mar, Kyungsoo pocas veces sale a la superficie. Su padre el rey le ha prohibido subir, le ha prohibido hablar con cualquiera que no habite el castillo y él es un hijo obediente, es un hijo ejemplo que un día será un rey, que un día reinará los siete mares con mano dura, como le han enseñado a ser, como está convencido que debe ser. Todo debe marchar de acuerdo al plan porque ni su padre ni Kyungsoo conocen nada más que el plan.
Pero en Universo tiene planes superiores a los de las criaturas y cuando una noche cae del cielo el que parece un pájaro y al tocar el agua se convierte en un pez, todos, incluso Kyungsoo, van a ver al ángel.
El ángel es un hombre con cola de pescado y con los brazos pegoteados con las plumas de una gaviota. El ángel es un humano, las criaturas lo ven en el color de su piel, un poco más oscura que la de ellos que no salen a la superficie, el ángel tiene enormes ojos como los de ellos, enormes orejas y enormes brazos que de nada le sirven para nadar, su cola es larga pero débil, es como un recién nacido.
Kyungsoo se toma la tarea personal de dar la bienvenida al ángel, que no tiene voz, y enseñarle cómo funciona todo por el castillo, lo soporta, es un poco hiperactivo pero a él eso lo divierte. Día a día se permite ir un poco más lejos, romper un poco más las reglas, desobedecer horarios y órdenes. Día a día forza los límites hasta que una mañana, nadan hasta la superficie.
El ángel se arrastra con su pesada cola hasta la orilla y cuando ha salido del todo del agua, Kyungsoo se da cuenta con miedo, su cola larga y roja se ha separado en un par de piernas flacas y largas y con la voz más grave que haya oído jamás le dice:
"¡Mi voz volvió, ya puedo hablarte! Hola Kyungsoo, soy Chanyeol... soy el ángel".
Su sonrisa es tal y la honestidad en su mirada brilla tan fuerte, que Kyungsoo no teme y se deja llevar en brazos por el ángel a una roca donde ambos ven el sol brillar en las escamas ambarinas de la cola del príncipe heredero a un reino que, al ver los árboles y el extraño fulgor de cielo, no quiere más.
Kyungsoo ha aprendido de su padre que hay que temer siempre al hombre. El hombre, aunque teme al mar y a lo que en él vive, es el más peligroso de los depredadores. El hombre usa su ingenio para destruirse a sí mismo, para destruir a sus hermanos y a su casa, destruye el suelo que pisa, el agua que toma, a la mujer que ama. Las criaturas del mar temen como cualquier otra a la pisada enfundada en cuero de un cazador que blande su espada o dispara su flecha contra la naturaleza que le dio la vida.
Como el príncipe del mar, Kyungsoo pocas veces sale a la superficie. Su padre el rey le ha prohibido subir, le ha prohibido hablar con cualquiera que no habite el castillo y él es un hijo obediente, es un hijo ejemplo que un día será un rey, que un día reinará los siete mares con mano dura, como le han enseñado a ser, como está convencido que debe ser. Todo debe marchar de acuerdo al plan porque ni su padre ni Kyungsoo conocen nada más que el plan.
Pero en Universo tiene planes superiores a los de las criaturas y cuando una noche cae del cielo el que parece un pájaro y al tocar el agua se convierte en un pez, todos, incluso Kyungsoo, van a ver al ángel.
El ángel es un hombre con cola de pescado y con los brazos pegoteados con las plumas de una gaviota. El ángel es un humano, las criaturas lo ven en el color de su piel, un poco más oscura que la de ellos que no salen a la superficie, el ángel tiene enormes ojos como los de ellos, enormes orejas y enormes brazos que de nada le sirven para nadar, su cola es larga pero débil, es como un recién nacido.
Kyungsoo se toma la tarea personal de dar la bienvenida al ángel, que no tiene voz, y enseñarle cómo funciona todo por el castillo, lo soporta, es un poco hiperactivo pero a él eso lo divierte. Día a día se permite ir un poco más lejos, romper un poco más las reglas, desobedecer horarios y órdenes. Día a día forza los límites hasta que una mañana, nadan hasta la superficie.
El ángel se arrastra con su pesada cola hasta la orilla y cuando ha salido del todo del agua, Kyungsoo se da cuenta con miedo, su cola larga y roja se ha separado en un par de piernas flacas y largas y con la voz más grave que haya oído jamás le dice:
"¡Mi voz volvió, ya puedo hablarte! Hola Kyungsoo, soy Chanyeol... soy el ángel".
Su sonrisa es tal y la honestidad en su mirada brilla tan fuerte, que Kyungsoo no teme y se deja llevar en brazos por el ángel a una roca donde ambos ven el sol brillar en las escamas ambarinas de la cola del príncipe heredero a un reino que, al ver los árboles y el extraño fulgor de cielo, no quiere más.