si te apetece escribir dame un poco de high school! sekaiho, va <3 y si no te apetece regálame una foto de los tres :D (?)
En compensacion. Ha quedado muy largo. Y porno. No me hago responsable de muertes.
A Suho le gusta ser el presidente del consejo estudiantil. Le gusta su despacho en la cuarta planta del edificio, al lado de unas clases que se usan para economía domestica y varios clubs extraescolares. Le gusta su mesa de madera y su sillón. Nada ostento pero diferente del resto. Y sobre todo, le gusta que acaten sus órdenes.
Sehun esta deshaciéndole el nudo de la corbata del uniforme a Jongin a la vez que le besa de esa forma obscena que tan bien sabe. Con mucha lengua, saliva deslizándose por entre los labios de ambos y dientes mordiendo los carnosos labios de Jongin.
Junmyeon les mira desde detrás de su escritorio. Les mira como se comen mutuamente a menos de un metro de él. Jongin recostado sobre la silla de madera en la que le ha sentado Sehun, con la chaqueta ya en el suelo y la camisa medio desabrochada. El rubio se dedica ahora a darle besos por el cuello a la vez que se restriega contra su regazo como si fuese una stripper bien pagada. Junmyeon tiene que reconocer que ese es uno de los talentos favoritos de su secretario, su capacidad para parecer una quinceañera en celo (bien pensado, era lo que era).
Jongin decide cambiar las tornas y consigue desnudar a Sehun que se deja encantado a la vez que los labios del moreno descienden por su blanca piel, el contraste haciendo que Junmyeon casi gima desde detrás de su escritorio por la excitante escena. El moreno siempre ha sido más atrevido que Sehun. Al rubio le gusta jugar, al moreno ir directo al grano. Las manos de Jongin comienzan a palpar los pantalones, ahora apretados, del más joven haciéndole gemir y arquease dejándole más piel expuesta a la que maltratar con su boca.
Junmyeon sabe que lo que hace esta mal. Ver como dos alumnos menos se lían y se tocan delante de él está mal. Lo sabe, pero no puede remediarlo y menos cuando los dos se miran y sonríen para luego mirar hacia él y devorárselo con la mirada. Sehun hasta se relame los labios provocándole un escalofrío. Se supone que es él quien da las órdenes pero a veces se pregunta si no estará en las manos de los dos jóvenes que parecen asumir sus órdenes sin rechistar.
Ambos se levantan de la precaria silla y cuando quiere darse cuenta Sehun esta deshaciéndose de su corbata, chaqueta y camisa mientras Jongin le besa. Aquellos labios gruesos que se amoldan a los suyos y que muerde casi con saña haciéndole jadear entre besos. El rubio termina con la tarea de quitarle la ropa y pronto ataca su piel lamiéndola y besando todo lo que encuentra en su recorrido. Baja desde la nuez hasta el ombligo, desde el abdomen hasta las clavículas; no deja centímetro de piel sin cubrir de besos mientas él no deja de tocar a Jongin que jadea contra él buscando más contacto.
A Suho le gusta ser el presidente del consejo estudiantil. Le gusta su despacho en la cuarta planta del edificio, al lado de unas clases que se usan para economía domestica y varios clubs extraescolares. Le gusta su mesa de madera y su sillón. Nada ostento pero diferente del resto. Y sobre todo, le gusta que acaten sus órdenes.
Sehun esta deshaciéndole el nudo de la corbata del uniforme a Jongin a la vez que le besa de esa forma obscena que tan bien sabe. Con mucha lengua, saliva deslizándose por entre los labios de ambos y dientes mordiendo los carnosos labios de Jongin.
Junmyeon les mira desde detrás de su escritorio. Les mira como se comen mutuamente a menos de un metro de él. Jongin recostado sobre la silla de madera en la que le ha sentado Sehun, con la chaqueta ya en el suelo y la camisa medio desabrochada. El rubio se dedica ahora a darle besos por el cuello a la vez que se restriega contra su regazo como si fuese una stripper bien pagada. Junmyeon tiene que reconocer que ese es uno de los talentos favoritos de su secretario, su capacidad para parecer una quinceañera en celo (bien pensado, era lo que era).
Jongin decide cambiar las tornas y consigue desnudar a Sehun que se deja encantado a la vez que los labios del moreno descienden por su blanca piel, el contraste haciendo que Junmyeon casi gima desde detrás de su escritorio por la excitante escena. El moreno siempre ha sido más atrevido que Sehun. Al rubio le gusta jugar, al moreno ir directo al grano. Las manos de Jongin comienzan a palpar los pantalones, ahora apretados, del más joven haciéndole gemir y arquease dejándole más piel expuesta a la que maltratar con su boca.
Junmyeon sabe que lo que hace esta mal. Ver como dos alumnos menos se lían y se tocan delante de él está mal. Lo sabe, pero no puede remediarlo y menos cuando los dos se miran y sonríen para luego mirar hacia él y devorárselo con la mirada. Sehun hasta se relame los labios provocándole un escalofrío. Se supone que es él quien da las órdenes pero a veces se pregunta si no estará en las manos de los dos jóvenes que parecen asumir sus órdenes sin rechistar.
Ambos se levantan de la precaria silla y cuando quiere darse cuenta Sehun esta deshaciéndose de su corbata, chaqueta y camisa mientras Jongin le besa. Aquellos labios gruesos que se amoldan a los suyos y que muerde casi con saña haciéndole jadear entre besos. El rubio termina con la tarea de quitarle la ropa y pronto ataca su piel lamiéndola y besando todo lo que encuentra en su recorrido. Baja desde la nuez hasta el ombligo, desde el abdomen hasta las clavículas; no deja centímetro de piel sin cubrir de besos mientas él no deja de tocar a Jongin que jadea contra él buscando más contacto.
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