Era de noche y el sol penetraba por mi ventana. Los chanchos revoloteaban por el alambrado. La luz de la vela se fundia en los manteles de mis 5 mesas y la cena estaba servida en el piso. De pronto dos hombres golpearon la puerta de mi techo y ahi estabas tu, desnuda y con un bonete. Me miraste y me
Me encendiste como cono de diario, procurando evitar el calor de mi comida servida en el otro lado de la habitación te acercaste y acariciaste mi mascota tiernamente..