Sí. Porque no veía que sacaba de malvivir como lo hacía, con ataques de ansiedad diarios en los que pensaba me moría del dolor de pecho o me ahogaba casi hasta la perdida de conocimiento, con un odio desorbitado hacia mi misma, mi cuerpo y quienes me rodeaban, arrastrando el agotamiento de llorar y llorar hasta la madrugada (lo que, aunque no lo parezca te deja exhausto), con la impotencia de ver todo lo que había construido durante años destrozado e imposible de reconstruir, sin ser capaz de relacionarme con otros o "de hablar de ello", sin ver cómo iba a salir de eso o con la certeza de que si lo hacía sería en vano, etc.

Por supuesto que no.
Primeramente la psicología es la ciencia que estudia "la mente" por lo que me parece necesario, bien y correcto que se investigue y trabaje en esa dirección.
Por otro lado la función del psicólogo no es "escuchar y dar consejos", sino escuchar, elaborar un perfil, diagnosticar o no, proponer una terapia, etc. me parece un proceso mucho más complejo que el que has planteado.

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Ahora bien, no me agrada como está planteado el sistema de salud mental en la pública (en España por lo menos, aunque no creo que sea mejor en otras partes).

No he confiado en nadie lo suficiente como para que "me traicionen".

Yo considero que no tiene sentido temer algo tan natural.

Ni idea, pero parece que yo lo estoy.

Me disgusta el contacto físico en general.

Con lo interesante que soy y el 90% de las preguntas que recibo son sobre mi nula vida sexual. Por qué me esfuerzo.

Bastantes (?)

No me gustan los pijamas, pero si tuviera un kigurumi grande, colorido, suave y peludo no me lo sacaría de encima.

La eliminé y de todos modos no merecería la pena. Sencillamente era muy infeliz y la gente de mi alrededor tenía mejores cosas de las que preocuparse. Exploté, terminé en un hospital, dejé el instituto para dedicarme exclusivamente a mi recuperación y aquí estamos.