Aprendí
Que los abrazos hay que valorarlos,
porque pronto desaparecen.
Que las personas
nos parecemos al cigarrillo
ya que,
al encenderlo siempre trae una historia,
un recuerdo, un sentimiento,
pero al apagarlo,
lo estrellas contra cualquier superficie
sin importarte nada...
Que las sábanas
y los miedos
están de más
entre dos personas que se quieren
y los besos,
tienen el poder de arreglar un alma rota
(Siempre y cuando estén movidos por el amor)...
Comprendí,
Que las palabras causan estragos,
sean dichas o no.
Qué las canciones
no te recuerdan a las personas,
sino a tu versión a su lado.
Que las madrugadas
a solas,
saben a tequila,
las promesas a limón
y los recuerdos se vuelven salados,
se complotan y avivan la herida.
Entendí
Que es mejor despedirse
cuándo las cosas no son como antes,
porque todo se acaba,
todo se desvanece
y al final,
quedarse donde el amor se ha ido,
duele mucho más que decir adiós.
-Sysied
04072020-0047
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