A veces me pregunto si a quienes tildan de falsas victimas, lo son realmente.
He vivido desde hace un par de años hasta la actualidad en un constante bucle de malas decisiones, malas amistades, confianza perdida, respeto perdido. He ganado tanto como he perdido, pero lo que he ganado no me gusta.
Perdí mi inocencia, perdí mi seguridad, perdí mi esencia, perdí a la persona que era.
Gané una nueva "yo" más difícil de molestar, gané mi don de desconfiar de todos, gané un dolor interminable en mi pecho que combina tristeza con impotencia, gané enemigos que como amigos no hacían la diferencia.
Me han batido en polémicas en donde he tenido mi oportunidad de defenderme, de probar mi palabra, donde he tenido las pruebas irrefutables de una inocencia que no tenía necesidad de demostrar, he peleado por sostenerme fuerte de las bases que son imposibles de contradecir.
Y perdí.
Los fuertes no son los valientes que hablan con la verdad, los fuertes son los que sostienen su manipulación, sus mentiras, su "as bajo la manga", su bullying, su equipo indestructible de cómplices.
Mi vida se divide en quienes me apoyan y en quienes me tildan de victima con la intención de sonar ofensivo, pero siempre ha existido un desequilibrio, una mayoría negativa que mantienen su batuta.
Entonces...
¿Soy una victima, o una mentirosa?
¿Sin intención, o acaso provoco problemas por gusto?
¿Es realmente cuestionable mi posición?
¿Son ellos las victimas?
¿Quién está bien y quién está mal?
¿Qué soy?
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