Tengo miles de cosas de las que darme cuenta, y desde luego no está entre ellas lo que sea de lo que un anon pretende que me dé cuenta.
Yo puedo ser un gilipollas, pero cuando digo las cosas no tengo la cobardía de esconderme en el anonimato o de usar mensajeros. Tengo un nombre y una cara que se hacen responsables de lo que digo, por lo que si alguien pretende hacerme una pregunta seria y cercana, lo mínimo que pido es que cuando yo doy la cara, se me corresponda.
Postdata: tú también eres gilipollas.