Nada. Que es lo que me viene apeteciendo hacer de un tiempo a esta parte.
No me apetece viajar, ni quedar con mis amigos, ni aprender, ni leer, ni dibujar, ni ir al local de la asociación de makers de la que soy miembro, ni investigar robótica por mi cuenta, muy raramente cocinar y vivo en una constante resistencia por realizar los trabajos que ya tengo encomendados e incluso pagados, que son el taller de robótica con niños de este sábado, una web para un amigo y un manual de robots imprimibles.
Mi día se compone de momentos de evasión y momentos de rabia al descubrir que tengo mayor capacidad, mejores ideas e ideología haciendo las cosas por las que me gustaría definirme y luchar, como son por ejemplo los asuntos de robótica social, pero a diferencia de mí esa otra gente es capaz de hacer cosas.
Es como una pesadilla donde vas caminando hacia lo que quieres conseguir y cuando ya puedes verlo, se abre una grieta en el suelo que se convierte en un precipio. Y junto a ti encuentras lo necesario para construir un puente, pero cuando vas a hacerlo se te caen los brazos. Y encuentras quien te ayude a construir un puente, pero a la hora de cruzarlo no puedes porque el vértigo aumenta cada paso de forma exponencial.
Así que bueno, de elegir una cosa que hacer ahora, que sea perder la consciencia.
View more