Me resulta prácticamente imposible escoger una banda favorita porque hay un millón de bandas sin las que no podría vivir.
De todas maneras, si tengo que elegir una porque me están apuntando con una pistola a la cabeza, diría My Chemical Romance.
Podría tirarme años para explicar lo que siento cuando Bullets empieza a sonar, pero seguiría sin ser suficiente. No hay palabras para describir lo que han hecho por mí con un par de estrofas.

---

La primera vez que escuché "Helena" lloré.
Yo.
Llorando.
Yo, que cuando Jack murió en Titanic (tenía once años) empecé a reírme porque cabía en la tabla y la diva de mierda esa no le hizo un hueco.
Pues así está la cosa.

---

No hay manera humana, de verdad, de agradecérselo. Me enseñaron que ser diferente está bien, que no hay que preocuparse por no encajar porque acabarás encontrando tu sitio.
Y no importa que estén juntos, separados o muertos (que esto último no ocurra nunca, por favor), porque voy a admirarlos hasta que me devoren los gusanos.

---

Sonará a cliché, pero My Chemical Romance me salvó la vida.