En realidad, el tamaño del pene importa a medias. Para satisfacer a la mujer realmente no importa el tamaño que tenga porque prima más la entrega, la atención y la estimulación que sepas darle y aportarle a la mujer como tal que tu pene en cuestión. Entiéndeme, el sexo...no, qué digo, la sexualidad femenina más bien, es mucho más compleja, entretenida y divertida de explorar y descubrir como para al final reducir la importancia del placer al simple tamaño de un falo. En realidad, eso es un poco triste si lo piensas bien.
Ahora, en cuanto a la comocidad, molestias o dolor, el tamaño sí importa, y con esto me refiero a que cuanto más grande, posiblemente el polvo acabe resultando peor de lo que esperas. Y si tienes un pene enorme y la chica se deshace entre gemidos mientras empujas hasta el fondo, probablemente esté fingiendo pero no sabe cómo decirte que la estás matando de dolor con ese arma de destrucción masiva que llevas entre las piernas. Esto es muy simple, básicamente la vagina no es el bolsillo mágico de doraemon, el bolso de Hermione Granger o de Mary Poppins, no; la vagina tiene fondo. Tiene un tope, de modo que llegados a cierta profundidad o, en otras palabras, cierto tamaño, resultará doloroso e incómodo, especialmente en posiciones donde la penetración sea profunda. En términos de grosor sé que la vagina es flexible y se adapta al tamaño, pero reconozco que no sé si tiene algún tipo de tope en este aspecto como el caso anterior. Sin embargo, sí sé que si el grosor es demasiado y no existe una buena lubricación se pueden causar igualmente heridas, lesiones y otras molestias.
Si mujeres con hombres bien dotados no se han quejado es, o bien porque el hombre en cuestión es cuidadoso, o bien porque son demasiado pudorosas como para decir "oye, sácala un poco porque me vas a romper en dos".
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