Todo empezó hacia diciembre de 2010-enero de 2011. Había ido a Barcelona, y, para cuando volví, mi padre, que aún debía estar de visita, no estaba ya. Sabía que algo pasaba, pero me temía que fuera tan malo, que ni siquiera quería saber. Una buena mañana de enero, me enteré de todo; de que mis padres se separaban; de todo lo que mi padre había hecho a mi madre, de todo lo que nos había robado; no sólo a mi madre, a mí también, después de verme con 16 años trabajando en un bar hasta las 12 de la noche en campaña de Navidad (Sí, después de eso fue capaz de seguir mirándome a la cara cuando sabía que me había robado 2500€, nada más y nada menos)... en fin, me enteré de todas las cosas que intuía que estaban pero nunca quise enfrentar. La verdad abrió mis ojos cosidos con un bisturí salvaje.
He llorado, y lloro, de ansiedad a veces, de culpabilidad otras, por el chantaje al que siento que he sido sometida por su parte en más de una ocasión, porque me siento traicionada y golpeada (aunque nunca me pegó, vaya), y, además siento que a mi padre le importo una jodida mierda. No ha mucho tiempo, de hecho, me desperté de madrugada de una pesadilla con él, y me desperté llorando como una niña indefensa, con mis ya 18 años. Otra cosa que no puedo evitar echarle en cara es que, siendo yo una persona llena de afecto, de amor, incapaz de odiar de verdad, y de enfadarse, siento hacia él el odio más negro, más pútrido, más asesino y consumidor que podré sentir jamás por nadie (para que entiendas, la parte final de esta respuesta la escribí pensando en él : http://ask.fm/Sheziss/answer/58999943065 ).
Muchas veces he querido ir y decirle: " eres un hijo de perra, cerdo miserable, puta escoria, MUÉRETE!" pero soy incapaz, y me siento débil, aunque yo tengo la razón. Él ni siquiera cumple con los términos del divorcio que acordaron mis padres.
No acostumbro a airear cosas tan personales, pero, si cuento todo esto es porque para mí no se ha acabado aún. Yo sigo tragando mierda, y llorando porque parece que no se acaba nunca, mi alma no halla paz. Yo antes era una persona mucho más optimista y alegre. Lo sigo siendo, pero no he vuelto a ser como antes... También os estoy contando esto, porque lo único que deseo es que todo el mundo, absolutamente todo el puto mundo, se entere de la clase de "ser humano" que es eso que los genetistas llamarían mi padre, pero que para mí sólo tiene dos palabras: puta escoria.
Y mientras, en el lugar de mi alma donde debería haber un padre, sigue habiendo un agujero negro que busca una figura con la que llenarse...