Al principio, se hacía el encontradizo, pero yo me daba cuenta de que me seguía o me estaba esperando. Se lo conté al resto de la pandilla, pero lo cierto es que el tío había desaparecido para todos. Ya no quedaba con el grupo, y parecía que sólo me seguía. Llamadas intempestivas a altas horas de la madrugada, o en pleno trabajo. La cosa alcanzó su peor momento cuando una noche, tras salir a cenar con una gente (otra distinta de la pandilla), volví a casa de noche. Al abrir el portal, y encender la luz lo vi. Estaba agazapado detrás de un hueco que daba a una puerta que conducía a unos trasteros en los sótanos. Lo que el muy imbécil no sabía es que justo delante había un espejo y era visible para cualquiera que entrase en el portal. No entré, claro. Salí, y me fui a la acera de enfrente, y esperé detrás de una furgoneta. Al cabo de un rato, el tío salió, miró calle arriba y calle abajo. Y al final se fue.
He tenido un acosador, ya hace años. Era un tipo de la pandilla con la que solía relacionarme. Me invitó a salir, y le dije que no, pues era lesbiana, algo que todo el mundo en la pandilla sabía, incluído él. Se ve que no aceptaba un no por respuesta y empezó a acosarme a todas partes y en todos lados.
Salvo que se tratase de un planeta ya habitado, o que tuviese algún tipo de vida, y la explotación de los recursos de ese planeta pudiera afectar a la vida autóctona, no veo por qué no se pudieran establecer colonias para su aprovechamiento.
Por eso precisamente en los aviones, los pasajeros siempre van empotrados en la parte trasera. ¿A que no ocurre eso? Podemos incluso saltar dentro de un avión, y no quedaremos atrás mientras el avión se desliza hacia adelante. El avión nos arrastra en su movimiento. De la misma manera, la Tierra arrastra a todos sus habitantes.
No suelo tomar dulces, pero ocasionalmente traigo croissants algún domingo, de donde compro el pan. Son enormes y muy sabrosos. Los hacemos a la plancha con un poco de mantequilla y les ponemos alguna mermelada casera.
Busco una pibita para divertirnos juntas ya sea por internet o en persona con mi noviete. Damos todo lo mejor para que tengas una experiencia como ninguna otra.
Sinceramente sí. Podría enseñarse historia de las religiones, tema interesante, y porque la religión ha sido y es un importante motor de la historia. Pero catecismos, no. No con mis impuestos.
Chuches como tal, no me gusta ninguna. No tomo caramelos, ni gominolas, ni mastico chicles, ni consumo esas bolsas con snacks de sabor horrible. Sólo hago concesiones al chocolate, pero de alto contenido en cacao. En realidad, mi chuche favorita es el jamón de bellota. De ése, sí que me puedo poner ciega.
He manejado un arma de fuego. Sé desmontar, limpiar, volver a montar y cargar un arma de fuego. He disparado con un arma de fuego (no contra seres vivos, claro). Aprendí en mi adolescencia. No he vuelto a tocar un arma de fuego.
Creo que su mejor novela es "Los papeles póstumos del Club Pickwick". También "El misterio de Edwin Drood", novela policíaca que dejó inacabada por su fallecimiento. Hay ediciones con finales añadidos por distintos autores, pero poco satisfactorios.
¿Debería prohibirse que ciertas personas salgan a la calle? Por ejemplo, qué perzonas
No. Vemos la tele generalmente de noche, tras cenar, o a última hora de la tarde. Y sólo para ver algo que realmente nos interese. Encender la tele "a ver qué ponen" no lo verás aquí.