Probablemente ocurre más a menudo de lo que pensamos, sientes alegría por una situación, por alguien o algo, por estar donde quieres o con quien quieres o por algo positivo que sucede pero, en ocasiones, no puedes darlo todo o hacerlo como quisieras, las circunstancias a veces limitan y esa impotencia a veces sienta mal e incluso te genera enfado... Paso de detallar situaciones concretas, pero la mezcla de estados de ánimos, para bien o para mal, suele ser habitual...
Como creo que decía Gandhi, no hay camino para la paz, la paz es el camino. Qué mejor oferta que vivir en armonía, sin violencia ni agresiones. Todo lo que sea dar contraprestaciones a cambio de mantener la paz me parece un chantaje difícilmente asumible, me da igual que lo propongan alienígenas, terroristas o un gilipollas con ganas de bronca.
I'm shakin' de Jack White.
Creo que no podría mencionar solo una. Soy melómano y escucho muchísimas música y además soy muy ecléctico. Difícilmente podría decidirme solo por una.
Imagino que según de qué persona se trate y cuáles sean las circunstancias.
Hice natación de pequeño y luego depende, hacía deporte por mi cuenta, ahora voy al gimnasio (La Lanera), etc. He vivido en La Coruña, Toledo, Palencia, así que depende de la etapa vital de mi vida los lugares han variado y demás. ;)
Estar ahí, al lado de la persona que quieres, en todo momento y situación y, sobre todo, cuando más lo necesita. Estar, cuidar, permanecer. En fin, ser y estar, en su máxima expresión.
De lo que le dé la real gana. Es un poco absurdo eso de diferenciar lo que hablan unos y otros por sexos. Cada uno habla de lo que quiere con quien quiere o en quien confía con independencia de que sean hombres o mujeres. El binarismo dicotómico es un poco cansino.
Tortilla de patatas. Mi plato prefe... je, je. Aunque también me gusta la pasta, el arroz, la pizza, hamburguesas... aunque, obviamente, no se puedan comer muy a menudo.
Dependerá de la persona y de lo que le importe su buen nombre, su dignidad, su honor... pero, en principio, para todo individuo debería ser importante tener una buena reputación. Aunque eso no ha de implicar dejarse llevar por lo que otros puedan opinar de uno, sino simplemente proceder de tal manera que puedas cosechar una buena reputación, ese legítimo orgullo de quien sabe hacer las cosas bien y deja una huella indeleble positiva, pero lo trascendental es dejarla en quienes de verdad te importan.
La de aquella(s) persona(s) a quien(es) más quieres. No importa tanto la felicitación en sí como la persona que te la hace y cuán importante es en tu vida o lo mucho que significa para ti. Aparte de que, generalmente, los mejores y más bonitos detalles suelen venir de quienes más quieres.
