Hace un año celebraba mis diez en Ask con las dos preguntas en mi bio desde entonces. Sin embargo, como demuestra mi primera respuesta en la app ( https://ask.fm/omedas/answers/108586579989 ), me equivocaba: es hoy, 4 de febrero de 2024, cuando se cumplen 10 años de mi estancia en Ask.
Agradezco mi confusión, porque la verdad es que celebré mi errado aniversario con una gran felicidad, diferente a la que siento hoy.
Creo que me voy a ir. Como veterano en la plataforma, sé que hay más posibilidades de que vuelva que de que no. Casi nadie se va para siempre de primeras en la red social (que conozca) que más trae a la gente de vuelta.
Y yo, encima, es que la amo. Me ha hecho reflexionar, crecer, conocer durante tanto tiempo que mi agradecimiento es enorme. Por eso, una parte grande de mí no quiere dejarla. Pero la realidad es que mi situación en ella se ha complicado y puede que cuando vuelva ya no estéis. O ya no vuelva. He perdido a decenas de colegas de plataforma por ello, y no quiero ser el siguiente.
Este finde me ha alegrado. Tras semanas distante, he visto que aún quedan muchas personas que aprecio como vecinas de ella (tirando solo de lo que me sale ahora mismo en el feed: Von, Aras, Ash, Gwi, Gin, Hannibal, Yayo, Naomi, Laura, Jameia, Paola, Geli, Dani, Irene y tantas más). Muerto no está, frente a las insistentes voces de que no queda nadie. Quien se quiera largar que se largue, pero que no venga con esa publicidad ridícula: la red sobrevive del modo que sea, y si nos hiciésemos más preguntas, y si buscásemos nueva gente, mejor que estaríamos. En cualquier caso, no estoy aquí para criticar. No hoy. Estoy para dejar migas.
Lo que más me duele de irme es que hay mucha gente que, si no vuelvo, no nos vamos a encontrar nunca más, aunque sea en la distancia. Como yo, mucha ha decidido ser anónima para poder ser libre de opinar, de ser sí misma en esta red. Una vez nos vayamos, ya nunca podremos toparnos por casualidad fuera, porque solo hemos tenido estos nombres y estas caras aquí. Nunca volveremos a ver a esa persona con la que tal vez nunca hablamos, pero nos cruzábamos un día tras otro.
Sé que a nadie importa un bebé que responde preguntas, pero si alguien quiere llevarme fuera (y no digo para hablarnos o tener relación, sino para que no muramos para el otro con mi adiós a la plataforma), podéis pasarme alguna otra red. Os seguiré en la que sea, no publicaré quiénes sois o vuestras cuentas: sabéis de sobra que soy de fiar.
A día de hoy, solo uso Insta y Threads (en la que me va muy bien, por cierto), pero bueno, tengo ahí el Twitter, Telegram y demás mediomuertos si es necesario. Si no tenéis, y hay confianza, también el WA, claro.
Estos días entraré de vez en cuando por si alguien me lo habéis pedido. Dejaré de responder o borraré al poco lo respondido para que esta respuesta permanezca arriba: disculpadme.
Gracias a tod@s, por último. A quien contesta, aunque no sea a mí. A quien pregunta, aunque yo no responda. Y gracias a Ask.

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Confirmo, confirmo. Mi experiencia es dilatada en ese aspecto. No sé si aprenderás, pero al menos tendrás una idea.
Para mí, no todas las personas pueden. Hay mucha gente para la que la intimidad va unida al sentimiento amoroso. Como la sociedad general (todavía muy tradicional y cerrada en estas ideas que se nos inculcan de pequeños)
apoya principalmente este tipo de creencias es muy fácil que esta gente no entienda a quien puede separarlo, porque puede "cancelarlo" con la supuesta moralidad.
Sin embargo, a día de hoy resulta evidente que el amor y lo otro pueden ir juntos o separados: hay mucha gente que ama profundamente a gente que no le atrae, que le gusta otra por la que no siente nada y demás. Negarlo es una estupidez. Sería como negar la homosexualidad por ser hetero: que no puedas experimentarla, no implica que no pueda existir. Y claro que existe.
Yo tengo una especie de relación abierta en que ambos podemos tirarnos a otros siempre que sea con discreción y sin darle en la cara a nuestra pareja, porque nos haría sentir incómodos o mal. En realidad, nunca lo hacemos, pero me ayuda a no sentirme atado, lo cual hizo que cortase con mis tres anteriores parejas pese a estar bien con ellas, por habérseme lavado el cerebro con que si me gustaban otras es que no las quería. Menudo tonto.
Escasas veces me he acostado o ligado con otra persona en esta nueva situación de pareja (hace años ya) y la sensación fue siempre la misma: es una diversión que nada tiene que ver con quien quiero de verdad. La fidelidad es un mecanismo que desde la prehistoria se ha dado en el humano para evitar que padres y madres abandonen a sus familias por irse con otras que han dejado embarazadas o criar el obsoleto modelo de bastardos. Ya no estamos en cuevas. Ya no hay nobleza, clero y campesinado. Estamos en el mundo de los preservativos, en los que no vas a quedarte embarazada o embarazar a nadie si tienes un poco de cabeza. Caso aparte es que quieras a la tuya, claro está.
Yo ahí no soy sospechoso. Cualquiera que nos vea juntos, sabe lo que hay en mí: la amo profundamente. El mes que viene hago siete años con ella y estoy deseando que llegue de este día que ha pasado fuera para volver a estar a su lado y besarla y quererla y hacerla feliz. Ella es feliz conmigo, yo soy feliz con ella y sigo sin creerme la suerte que tengo de que nos sigamos sintiendo esta emoción y atracción tras tanto tiempo. Repito, la amo profundamente.
Y ya puede venir quien quiera a decirme que no es amor por que me pueda querer tirar a alguien en determinado momento, porque hay que estar ciego para no ver lo que hay entre ella y yo. Ninguna se iguala a ella, ni siquiera aquellas de las que he estado profusa y obsesivamente enamorado en el pasado: ella es el verdadero amor de mi vida, y lo que sienta por otras no lo va a mermar.
Como digo siempre: el amor y lo otro no son el líquido de un vaso de agua, que si lo echas a otro vacías el primero. El amor es mucho más grande que eso.

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