Askomedas (molas)

A ver si te lo doy transmitido bien.
Siento que en mi vida, a nivel económico, tengo que mantener 3 cosas.
La primera son mis gastos básicos. Ahora mismo vivo 5 días a la semana en mi alquiler en Vigo (480€) con quien ya sabes pagando a medias; nuestros padres suelen mandar algo de comida, que con la coña nos da para 3 de esos 5 días bien. Mis gastos en ocio (que incluyo, por ser para mí básicos) no son demasiado elevados: no compro excesiva ropa, me puedo gastar 30 euros de media en libros al mes, pago el fútbol y me gusta irme de expos, restaurantes y tal, pero nada excesivo: con poco dinero, lo disfruto mucho.
La segunda es el coche. De momento, uso uno de los de mi casa (tenemos uno por persona, porque es básico para desplazarnos viviendo donde vivimos), en uno o dos pares de años toca cambiarlo, por lo que se me sumarán las cuotas típicas de no pagarlo a tocateja.
Por último, es importante para mí conservar el "legado" de mis padres en el pueblo. Tienen una casa, con finca y demás, junto a la de mi hermana, y para mí es importante que conservemos eso, porque es como un símbolo de lo unida y querida que es nuestra familia. Yo no quiero tener hijos, por lo que esa pasará a ser mía y seguramente, después, de una de mis sobrinas. Mis padres han ahorrado estos años: han trabajado mucho y tampoco son personas de aficiones caras, por lo que ellos pueden mantener bien esa casa y seguramente sobre algo de dinero tras su muerte.
Entendiendo todo esto, a día de hoy, yo no necesito ganar mucho, por lo que priorizo el tiempo. Mi trabajo tiene un máximo de 7 horas, pero yo trabajo solo entre 5 o 6 (de 9 a 14 o 15) para evitar el turno partido, y cobro lo que se espera que cobre: lo justo. Con eso y dadas las situaciones actuales, pago mis gastos e incluso ahorro. Mis caprichos son baratos y no me suelo privar de ellos.
Mi idea es seguir así hasta que se produzca el desequilibrio que va a ser la muerte o decadencia de mis padres. En ese punto, tendré que ver si es viable a largo plazo mantener todo esto que a mí me importa. Si así es, o me da para tener momentos sabáticos sin perder mucho colchón, intentaré seguir disponiendo del mayor tiempo posible de mi vida para mí sin que me preocupe ganar más. Si veo que no se va a dar, pues tendré que buscarme otra cosa.
Algo que me inquieta bastante es la inflación que vivimos, ya que el dinero que tanto trabajo ha costado ahorrar a mi familia cada día vale menos, y me cabrea mucho, porque se lo han currado.

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Lo que a mí me importa en este aspecto es que haya separación entre lo que es el trabajo y lo que es la vida personal. Te pongo un ejemplo bastante ilustrativo.
Esta semana se despidió una compañera, se le acabó el contrato, llevaría con nosotros un año. Es una persona muy sentida, y esta semana me preguntaba qué seríamos una vez se fuese. Yo le respondí: "Excompañeros". Y ella se quedó muy rayada con el tema.
Tuvimos una comida de despedida y casi al acabar dio un minidiscursito de agradecimiento y para cerrarlo dijo que me daba las gracias especialmente por todo lo que le había enseñado y apoyado todo este tiempo. Lloraba y casi me hace llorar.
Al día siguiente, ya el último en que seríamos compañeros, me fui a despedir y cuando ya me iba me dijo que me quería. No románticamente, claro está, pero que los sentimientos que tenía por mí eran mayores que los del cariño y solo podía considerarlos como que me quería. Yo le dije que me hacía muy feliz, es así. Me lo he pasado muy bien con ella.
Pero ahora que esto se acaba, espero no volver a coincidir en tiempo. De hecho, solo en caso de que vuelva.
Para mí, en el trabajo hay que apoyarse, tratarse bien, ayudar a quien lo necesite, ser educado, majo: así lo he hecho siempre y eso hace que se me quiera tantísimo por parte de mis compañeros. Eso te hace tener un ambiente mucho mejor y que esas horas "forzadas" se pasen de la forma más agradable que se puede.
Ahora bien: ¿salir del trabajo y seguir hablando con la misma gente, cuando (en mi caso) no tenemos prácticamente nada en común: ni aficiones, ni criterios, ni nada? Yo no. Para mí, dentro de la oficina, pueden contar para lo que quieran: puede que sea el mejor compañero que se puede tener. Pero mi amistad fuera es otra cosa. Normalmente, hay que ser muy especial para tenerla.

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