Haz un texto con las palabras: Atajo, Azúcar, Bandera, Chicle e Iglesia

Jenni estaba haciendo globos con su CHICLE mientras esperaba a su cita: Carlos, un chico de veinte años, con el que nunca encajaría, pero Carlos se obsesionó con ella. Quizá para hacer rabiar a su padre, que era todo un clasista de manual, o por que le iban los retos casi imposible.
El caso es que ahí estaba Jenni, con su minifalda vaquera, medias rosas con algún tomate, su camisa de colores llamativos, y mascando un nuevo chicle, éste con sabor a menta.
Carlos llegaba tarde. Y eso que había cogido un ATAJO que solo conocían unos pocos en la ciudad, pero perdió ese tiempo aparcando.
Jenni esperaba impaciente, moviendo las piernas al tiempo que las campanas de la IGLESIA replicaban.
La pareja se encontró por fin. No hubo grandes aspavientos. Un par de besos protocolarios. Un "¿Qué tal estás?" de cortesía, y nada más. Ninguna muestra de cariño. Nada de AZÚCAR que edulcorara la escena, pero se encontraban a gusto el uno con el otro.
Las miradas, inevitablemente, se posaban en ellos. Y los comentarios se iban sucediendo. Nada de eso importaba.
No había nada planeado. Acabaron en el mirador, con la BANDERA más grande de todo el país de fondo. Y ahí con la preciosa vista, se dieron un beso. Y ahí saltaron chispas
El caso es que ahí estaba Jenni, con su minifalda vaquera, medias rosas con algún tomate, su camisa de colores llamativos, y mascando un nuevo chicle, éste con sabor a menta.
Carlos llegaba tarde. Y eso que había cogido un ATAJO que solo conocían unos pocos en la ciudad, pero perdió ese tiempo aparcando.
Jenni esperaba impaciente, moviendo las piernas al tiempo que las campanas de la IGLESIA replicaban.
La pareja se encontró por fin. No hubo grandes aspavientos. Un par de besos protocolarios. Un "¿Qué tal estás?" de cortesía, y nada más. Ninguna muestra de cariño. Nada de AZÚCAR que edulcorara la escena, pero se encontraban a gusto el uno con el otro.
Las miradas, inevitablemente, se posaban en ellos. Y los comentarios se iban sucediendo. Nada de eso importaba.
No había nada planeado. Acabaron en el mirador, con la BANDERA más grande de todo el país de fondo. Y ahí con la preciosa vista, se dieron un beso. Y ahí saltaron chispas
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Me llaman Andrea.
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