#conversar

Pues lo que es a mí, me encanta conversar a través de notas de voz, uno como que se comprende más, hay más motivación. Y sí, a muchas personas no les agrada su propia voz, escucharse en una grabación; mas es cuestión de costumbre, pasa que no estamos acostumbrados a escucharnos ya grabados, nuestras voces las percibimos diferentes al momento que pronunciamos palabras; ya que hay ecos, resonancias en nuestro sistema auditivo; mas el verdadero sonido de nuestra voz es el que escuchamos en una grabación; y no es que se nos escuche feo, es que estamos acostumbrados a escucharnos diferente al momento de hablar.
Conversar por escrito, para mí es más tedioso y hay tendencias a no comprender del todo lo que nos exponen, por mal uso de signos, la ortografía, gramática y así. En fin, a mí me encanta conversar oralmente :).

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¡¿Qué precio se le puede poner a una persôna que anda desde muchas cuêntas calumniândo a usuarios (principalmente a mí; diciendo que soy un "Golpeâdor de Mujêres" y así en vez de presentar la pruebas de esas vainas aquí y en la policìa)?! Lo más loco es que ese perfîl en un principio lo hiciste con mi nombre y colocaste fotos mías, luego quitaste las fotos y mi nombre, te pusiste: Josefa Luisa, mas te quedó tu/el nombre de usuario → @JocLuisHcrnandz :/, y el mío es: @JocLuisHernandz :). A ciencia cierta no sé exactamente de dónde viene tu rencôr, deberías aparecer desde tu perfîl original y si de verdad tienes pruebas (no lo creo, es imposible) de las cosas fêas que dices de mí, muéstralas. Bueno, te había desbloquêado y retâdo a conversar, ya pasaron días y no eres capaz de decir nada en mi perfîl, al parecer sólo quieres andar en otros perfiles diciendo tonterìas llenas de resentimiêntos o qué sé yo. Toca bloquêarte otra vez. Espero que se te pase algún día tanto pendejîsmo, tanto ôdio sin grâves causas aparentes, sería por una tonterìa que te resentîste :/, :). Cuídese, necesitarás cuidarte mucho en la vida si vas andar siempre con esa estùpida aptitud/actitud :).

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Hola Bee, cómo siempre un gustazo responderte
Si hay dos cualidades en mí ciertamente podría decir que son la paciencia infinita y la pacificidad (que no sea mal interpretado como que soy sumisa y complaciente, jamás por imposición, la única forma en que éso pase es que yo lo quiera así, del resto no pasará, no es negociable).

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Entonces a partir de ahí puedo decir que casi nunca me enojo, cuándo lo hago es porque mi paciencia llegó al límite y la situación se volvió incontrolable.

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Soy una persona que suele huir de los conflictos, discusiones, y provocaciones, no son situaciones que me agraden, no tengo los nervios para enfrentarlos, yo puedo conversar a cerca de algo civilizadamente, puedo resolver muchos problemas de ésa forma, pero la persona que venga a mi con conflictos (así mismo se va a quedar (no quiero a nadie en mi vida así), porque yo "me lo sacudo rapidito"), hay personas que viven felices envueltos en ese tipo de situaciones dónde todo es una discusión, un conflicto, un cólera, una rabia, un enojo y una ira, yo simplemente disto de éso.

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Sin ir nuy lejos, la historia de lo que me pasó ésta mañana: venía yo caminando distraída escuchando música por una calle bastante amplia unos (3 metros de ancho), y venía una chica en bicicleta en el extremo opuesto (yo no la vi, en ése momento fui a meter mi celular en el bolsillo de derecho mi chaqueta de cuero negro, abstraída en la tarea que estaba haciendo, para no dejarlo caer ni que se partiera la pantalla), cuándo siento tremendo impacto en el pecho y brazo derecho, la chica había estrellado el volante de la bicicleta contra mí (habiendo tanto espacio para ambas, ¿dime tú, qué ganas, qué necesidad había de estrellarnos?), me dolió mucho, al subir mi mirada la chica me vió con cara de pocos amigos (ella tenía ganas de gritarme), y yo (la atropellada) le dije disculpa, y sonreí, la chica se quedó muy desconcertada y estupefacta, porque estoy segura que estaba esperando de mí un insulto, ⬇️

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— Oh, buena elección~ — Halagó Archie mientras le servía uno de los mejores vinos del restaurante. — Es muy suave.

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Ya estaba más calmado, contento de poder charlar un poco más. Temía que tal vez la estaba incomodando con mucha interrogación de su parte, no entendía que era lo que hacía querer saber más y más sobre ella... Incluso quería conversar hasta cuando cerrara el restaurante, se había olvidado por completo de que Mei estaba ahí por el trabajo.

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Así que él, con su vaso en mano y relajado, escuchaba intrigado a la joven sobre sus intereses.. Cocina y música, era una combinación perfecta. En noches especiales, había un pianista que venía a tocar para el ambiente.
Ahora que lo pensaba, Mei era la indicada para el restaurante... Si su rendimiento en la cocina no llegaba a los requisitos, tal vez podía ser la siguiente pianista. O tal vez, podía hacer ambos, aunque sería el doble del trabajo para ella...

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Una sonrisa delicada y dulce se dibujó en el rostro de él, escuchando como la chica de pelo rosado hablaba de su pasión por la música, era como si la sonrisa de ella le había contagiado... aquellos tímidos ojos que se alzaron hacia él lo tomó con la guardia baja, sintiendo una inquietud en su pecho.
Archie miró hacia otro lado nervioso, otra vez esa corazonada... tomó lo que quedaba en su vaso de un trago para ignorar lo que acababa de pasar. Esperaba que ella no notara eso.

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— Oh, cantar y tocas el piano ? — Dijo medio entrecortado y sonriendo nervioso.— Pues, aquí tenemos un piano también. Si gustas, puedes tocar alguna noche que quieras~

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Ambos son interrumpidos por los golpes en la puerta, cuando Mei volteó por la sorpresa él apretó los labios frustrado, estaban teniendo un momento cercano para luego ser interrumpidos... Oh cierto, el restaurante !
¿Cuánto tiempo se había distraído?

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Con paso apresurado se acercó a la puerta, sin antes inclinarse en disculpa hacia la joven.
Era el asistente, medio intranquilo al ver que llevaban un par de horas ahí adentro y como Chef, Archie tenía que estar atento al rendimiento de los cocineros.
Entre susurros le afirma a su asistente que todo estaba bajo control y que ella estaba contratada.
Cerró despacio la puerta, se acomodó su corbata y aclarando su garganta se dio la vuelta a mirar a Mei.

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— Disculpa por eso, creo que nos olvidamos de la hora~ — Dijo riendo levemente. — Así que, vamos a comenzar con tu prueba, me permite ?

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De forma elegante le extendió la mano para ayudarla a levantar del asiento, estaba siendo muy cortez y se notaba que su trato hacia ella estaba siendo distinto con los demás. Debía tener cuidado, ya que sería extraño que le vieran así.
Él siempre tuvo la imagen de ser alguien muy serio y directo.

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Ambos salen de la oficina para luego dirigirse a la zona de postres, los demás cambiaron su comportamiento al ver al jefe salir y el bullicio en la cocina se calmó un poco.

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Al ver aquella sonrisa adorable que poco a poco se iba dibujando en el rostro de la chica, un leve rubor apareció en las pálidas mejillas del joven chef. Eso no se lo esperaba, se sintió conmovido por las reacciones de Mei...

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Tratando de ignorar aquellas sensaciones que le estaba causando ella, buscó seguir la conversación antes de guiarle por la cocina.
Algo le decía que esta chica era especial. Aquel tacto que tuvieron con sus manos, su hermosa sonrisa...

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"¡No! Concentrate Archie..." — Pensó frunciendo levemente el ceño, preocupado.

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¿Porqué pensó eso? ¿Qué ocultaba él o que le preocupaba?

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Nuevamente como si nada hubiera pasado, se volteó a buscar su vaso de whisky y ofrecerle uno a la dulce chica. Se acercó estando ambos frente a frente y de manera formal le muestra una gran variedad de tragos en un estante.

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— Antes de empezar, disculpa, no te ofrecí nada para beber, quisieras algo en específico ? — Preguntó amablemente, cuando le responde le ofrece el vaso con la bebida que Mei pidió.

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— Así es, soy el dueño. Y no te preocupes, causo esa impresión~ — Explicaba con orgullo de sus logros, sin sonar tan engreído. — Fue un largo camino que recorrer, pero estoy feliz con el resultado.

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Archie pareció olvidarse que estuvo en una entrevista hace un par de minutos y buscaba conversar con ella, como si se tratara de una conversación casual en un bar o en la calle.
Honestamente, disfrutaba su presencia y le causaba curiosidad... quería conocerla, ¿Cuál era su historia? ¿Sus intereses?

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— Así que... cuénteme un poco más de usted, Srta. Sakurai. ¿Siempre quiso trabajar en un restaurante o era una segunda opción? — Preguntaba con intriga.

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" Te estás distrayendo otra vez... " — Señaló la voz de su consciencia, pero no podía evitarlo...

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Aquella intranquilidad volvió a su mente. ¿La estaba haciendo sentir incómoda? ¿Estaba dando una mala impresión?

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He estado en lugares en los cuales que me han invitado, todo es tan acogedor que en cuanto entras a ella se siente como en casa, tan cálido y relajado pero la gente ni nota tu presencia, te deja a un lado; los ves pasar de un lado a otro y no voltean ni para regalarte una sonrisa, por más que te acerques a uno de los visitados para conversar en segundos se ocupa en una cosa o te ignora por completo que cuando te alejas los ves hablando con otro. Se siente feo que te hagan algo así. Se siente un trago amargo y difícil de tragar, Dios quiero llorar ¿Qué he hecho mal para que me paguen así?... ¿Es por mi vestimenta?, ¿Mi maquillaje? Que alguien me diga por favor, no puedo más con esto. Al c4jar0 todo así como vine me iré por la puerta, total nadie me vio. Espera, ¿Dar explicaciones? Ni una sola. No se las debo a nadie, me quedó con el pensamiento que hice todo por estar, así que... Hasta la vista baby.

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Sim. Esse "materialismo", ou seja, uma preocupação quase exclusiva com os aspectos materiais e sensoriais da vida, como comida, sexo, posses, vaidades, poder e outros do tipo, também me é extremamente repugnante. Aprecio as considerações ditas "espirituais", não no sentido de se referirem a "espíritos", entidades sobrenaturais, mas no sentido de serem dirigidas para os aspectos mais elevados da vida, como a beleza, a bondade, o conhecimento, o amor, a sapiência, a sabedoria, a ética, a arte, a ciência, a filosofia. Para mim são esses tipos de assuntos que merecem a dedicação de nosso tempo, desvelo, contemplação, reflexão. Claro que isso não significa que se vá deixar de comer, dormir, se dedicar ao cuidado do corpo, trabalhar e ter essas preocupações de manutenção da vida, mas não que isso seja o que mais demande nosso interesse e satisfação. Não que se vá desprezar ou depreciar quem não seja assim, mas, realmente, não há como se comprazer com a companhia de quem só se ocupa dessas preocupações, digamos, menores.

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