Cualquiera puede hacerte sonreír, muchas personas te pueden hacer llorar, pero se necesita de alguien muy especial para que te haga sonreír con lagrimas en tus ojos.
Comprender a los demás es sabio, comprenderse a uno mismo es estar iluminado. El que vence a los otros es fuerte, pero el que se vence a sí mismo es poderoso.