Esta es nuestra historia:
érase una vez, dos adolescentes, que se conocieron por una simple solicitud de una red social, empezaron a hablar sin más, y a contarse cosas de sus pasados. Entre tontería y tontería, ella se fue enamorando de él. Un jueves por la tarde, decidieron quedar, para conocerse, y así fue, se conocieron en persona. Ella era algo vergonzosa, y él era algo juguetón, así que él empezó el juego, un simple juego que acabo, con más de un beso, y con un gran sentimiento, en cada uno de esos besos. Pasaron bastantes días, ella le quería ver, sólo hacia que pensar en esa personita, que a penas conocía, pero que la traía de cabeza. Él sólo sabía que hacerse el duro, era el típico que le gustaba que le fueran todas detrás. Y ella la tonta, que le gustaba estar con personas y después dejarlas, solamente con una función, intentar olvidar a una persona. Pasaron unos meses, y gracias a ella, que dio el paso siguiente de volver a quedar, y bueno él acepto, ir a verla después de lo que más le gustaba hacer, jugar a fútbol. Se vieron, pero algo había cambiado, no eran los mismos que aquella primera tarde juntos.. Ellos solían discutir bastante, sobretodo porque ella era muy celosa, y él como he dicho algo capullo, no le importará el dolor de otras personas, sólo pensaba en divertirse, ser algo como mujeriego. Ella se estaba cansando, de ir detrás de él. Porque ella sólo buscaba una sola cosa, en ese momento olvidar a otra persona, así que intentó hacerle daño, y se fue con otro, aunque aún así, ella siempre se lo negó, porque en realidad no le quería perder. Él se enteró que le estaba mintiendo, y se discutieron por un largo tiempo. Ninguno de los dos sabía que quería en realidad. Pasaron minutos, horas, días, semanas, pero no se hablaban. Un día sin más, él se dio cuenta de que le faltaba algo a su vida, algún que otro detalle, o alguna persona, y le habló. Ella cuando recibió ese mensaje, no se lo podía creer, pensaba que era un sueño. Pero no, era cierto, el chico más orgulloso del mundo, se había dado cuenta de que la extrañaba. Volvieron a hablar e incluso a verse, pero si, seguía igual, algún que otro beso, pero las peleas seguían ahí. Poco a poco, ella quiso darle algo más, para ver si era lo que faltaba en esa relación. Estuvieron una mañana juntos, y la pasaron bien. Pero igual, seguían las peleas.. Poco a poco, el uno como el otro, se acostumbraron a las peleas, que solían durar minutos. Porque ella no podía estar más de 5 minutos sin hablar con él. Paso más tiempo, y se volvieron a ver, las tardes se volvieron como rutinas, se veían, estaban un rato juntos y luego cada uno se iba a su casa.. Hablaban, se extrañaban, pero siempre había algo, por lo cual discutían, y eso no les gustaba. Hacían travesuras, hasta que llego el día, en que la travesura, les trajo una sorpresa, y esa sorpresa fue la cual les faltaba a esa relación para que funcionara del todo. Algo que les uniera, ellos sabían que eran jovenes, pero lucharon contra todo31.