Buah, yo es que siempre tengo sueños tope de raros. En el más raro que conozco, salía de cena del equipo con mis compañeros. Al salir, les esperaba dentro del coche, con la ventanilla bajada y el brazo fuera. Cuando de repente, venía un gitano de mi barrio y me cortaba el brazo, pero el cuchillo se movía como si mi brazo fuese de mantequilla, es decir, se deslizaba con excesiva facilidad. Yo me piraba para el barrio, y el mismo gitano estaba en el barrio, y buscándome. Yo intentaba huir y buah, super agobiante