Aunque sea un tema largo y elaborado, es interesante. Y es hasta deprimente que para los malandros no hay distinción. Luidig Ochoa, creador de series animadas un poco bastante coloquiales en internet, fue asesinado ayer. El arte pareciera valer tanta verga como la enseñanza.
Desgraciadamente, es así. Pero son cosas que cambiaremos, no tienes idea de lo mucho que me entusiasma culturizar poco a poco el país.