Callarme cuando tengo la razón, es el último paso en la iluminación. Bien le dijeron a Zaratustra cuando bajó de su montaña se encuentra a un hermitaño que le dice «Si vas con los hombres no les entregues tu tesoro, sólo dale limosnas. No están acostumbrados a la miel» Él responde: «Lo siento, no soy tan pobre como para dar limosnas» Haciendo referencia a su enseñanza.