Antes decía puras pendejadas, ahora las escribo.
Mi cerebro no tiene corazón, ni mi corazón cerebro. Por eso cuando hablo con el cerebro suena frío, y con el corazón suena estúpido.
Te insultare con tanta educación que no sabrás si llorar o aplaudirme.“Este programa es público, ajeno a cualquier partido político. Queda prohibido el uso para fines distintos a los establecidos en el programa”