¿Alguna vez volviste a ver la persona que más querías, pero que se alejó? ¿Cómo fue ese momento? ¿Cómo sería?
Iba tarde a la escuela. Eran las 8:10 de la mañana y yo tenía que estar ahí para las 8:30.
Era viernes, mi día favorito de la semana. Llegó el autobús que me lleva la escuela y subí. Acostumbro sentarme en los lugares de atrás, pues allá casi no hay gente y además, cuando el autobús pasa por un bache, me gusta saltar en mi asiento.
Tenía puestos los audífonos a todo volumen, comenzaba a tocar "Suffer little children" de The Smiths. Recargué la cabeza sobre la ventana y cerré los ojos. Todo esto pasó en tan sólo unos segundos, pero mis letras suelen aparentar que pasaron minutos.
Sentí que alguien se sentó junto a mí, lo cual era extraño, el autobús iba casi vacío. Abrí los ojos y ¡qué sorpresa me encontré! Mi mejor amigo de la infancia, del cual estuve secretamente enamorada por casi una década y a quien había dejado de ver años atrás, estaba sentado junto a mí.
No puedo describir la alegría que me inundó en ese momento. Sólo sé que me quité un audífono y comenzamos a platicar.
Oh, ese día fue tan maravilloso. Cada vez que escucho Suffer little children me acuerdo de ese día.
Aquel viernes desencadenó una serie de mini-historias, unas graciosas, otras tristes, algunas un poco lindas. Desencadenó tanto.
Si gustan, pueden preguntar. Casi siempre me apetece hablar de él.
Era viernes, mi día favorito de la semana. Llegó el autobús que me lleva la escuela y subí. Acostumbro sentarme en los lugares de atrás, pues allá casi no hay gente y además, cuando el autobús pasa por un bache, me gusta saltar en mi asiento.
Tenía puestos los audífonos a todo volumen, comenzaba a tocar "Suffer little children" de The Smiths. Recargué la cabeza sobre la ventana y cerré los ojos. Todo esto pasó en tan sólo unos segundos, pero mis letras suelen aparentar que pasaron minutos.
Sentí que alguien se sentó junto a mí, lo cual era extraño, el autobús iba casi vacío. Abrí los ojos y ¡qué sorpresa me encontré! Mi mejor amigo de la infancia, del cual estuve secretamente enamorada por casi una década y a quien había dejado de ver años atrás, estaba sentado junto a mí.
No puedo describir la alegría que me inundó en ese momento. Sólo sé que me quité un audífono y comenzamos a platicar.
Oh, ese día fue tan maravilloso. Cada vez que escucho Suffer little children me acuerdo de ese día.
Aquel viernes desencadenó una serie de mini-historias, unas graciosas, otras tristes, algunas un poco lindas. Desencadenó tanto.
Si gustan, pueden preguntar. Casi siempre me apetece hablar de él.