A ciencia cierta, no sé qué fue lo que le hizo olvidar todo. Cuando volvimos a hablarnos en aquel autobús y al darme cuenta de que se había cambiado a mi escuela, comencé a recordarle ciertas cosillas que sucedieron cuando niños. Él sólo decía "oh, no recuerdo nada de eso".
Ambos cambiamos, pero está claro que mis sentimientos siempre fueron y serán los mismos.
Nos conocimos cuando teníamos algunos 7 años. Estábamos en el mismo salón de clases; yo siempre he sido sobresaliente en la escuela, y él en ese tiempo lo era, pero también era muy juguetón. Siempre tenía las rodillas raspadas. Y era el delantero en soccer. Nunca habíamos pasado de cruzar una que otra palabra en la escuela, pero aquel día...
Yo iba pasando por la famosa "cancha de tierra". Había un niño llamado Alonso —aún lp recuerdo, le decíamos cabeza de huevo, jaja—, ese niño siempre me molestaba. En fin, iba pasando y un niño dijo "deténganse, van a pasar". Alonso tenía el balón entre las piernas, y al verme pasar con comida en las manos, pateó el balón hacia mí. Me dio con tanta fuerza que me tiró al suelo y mi comida se llenó de tierra. No lloré, eso suponía una humillación enorme para mí. Sólo me quedé sentada en el suelo terroso mirando cómo algunos niños se reían de mí, incluyendo a Alonso. Vi que Jorge se acercaba a él, con la furia reflejada en su carita de niño. Lo agarró a golpes con tanta brutalidad que lo dejó casi inconsciente. Luego se acercó a mí, me sacudió los brazos y el cabello y me dijo:
—Mientras yo esté aquí, no permitiré que NADIE te lastime.
Después llegaron unos maestros y se llevaron a mi amigo y a Alonso.
A Jorge lo suspendieron 3 días mientras que a Alonso no lo castigaron. Pero tenía el ojo morado, jaja. Y jamás volvió a molestarme.
En cambio Jorge cumplió su promesa, al menos por cinco años.