Hace mucho tiempo que dejé de "preocuparme" en realidad por las cosas que suceden alrededor del mundo. Política, negocios, movimientos sociales, todo eso ni me va ni me viene. Una profesora de la prepa me dijo una vez que el país estaba tan jodido por personas como yo, que no nos interesábamos en la política... pero es que, si te soy sincera, yo comencé a "venirme abajo" con el mundo, comencé a pudrirme por dentro por cosas que no me afectaban directamente, me deprimía ver lo repugnante que es el mundo, lo rechazaba, vivía en un constante espiral de amargura y frustración. Creo que los seres humanos estamos destinados a destruirnos entre nosotros, y créeme que no quiero ser parte ni del colectivo ofensivo, ni del defensivo, ni del testigo. Sólo quiero desafanarme. Y sé que tal vez es egoísta, pero es la única manera en la que puedo sentirme feliz, plena y sin preocupaciones. Estoy en un estado de "eremitismo social", suena muy rebuscado y posmodernillo, pero qué se le va a hacer.
¿Conspiraciones?
¿Aspiraciones?
Porque yo conspiro mucho acerca de los Illuminatis . . .
Ninguna virtud está sobrevalorada. Cada una tiene el valor que debe dársele; somos las personas las que les damos más importancia a unas que a otras según nuestros propios estándares.
El corazón sirve para bombear sangre.
Política, religión y deporte son temas que deben de hablarse con mucho tacto y con las personas "adecuadas" para compartir ideas.
Acualmente, el feminismo se aunó a ellos.
Yo prefiero un hombre inteligente, amable, caballeroso, trabajador y preferiblemente con carrera o estudiando una carrera.
Los tipos con maestría me encantan.
Me siento muy mediocre al decirlo pero no me gusta hablar de política.
Que sea más ordenada con mis cosas. /(・x・)\ Esto me ha traído problemas, y muchos.
Tengo dos gatos. Nico, es una gata muy gruñona y casi no le gusta que la acaricie, pero a veces se le pega lo tierno y mimoso, y se me acerca a amasarme. Y está Momo, que es todo lo contrario, siempre quiere que lo acaricie pero no controla bien sus garritas y a veces me hiere sin querer.
Ambos son pequeños, tienen menos de un año.
Puede ser que a x persona no le importe el físico a la hora de elegir pareja, y piense que una persona es fea.
Pensar que alguien es feo, y juzgarlo, rechazarlo, aceptarlo, y demás, es distinto. Ahí está el punto.
"Eres feo, pero me gustas". No es malo pensar que alguien es feo.
Igual, pongámoslo en esta situación: "Soy X, el físico no me importa a la hora de estar con una persona. Mira, ahí está T, y es una persona obesa, pero el hecho de que sea obeso, no significa que lo rechazaría. Simplemente es una característica física".
Y si, más bien, con "llamar 'fea' a una persona" te refieres a "insultar a esa persona por ser fea, o decirle despectivamente que lo es", pues... eso es harina de otro costal.
Y está mal.
Nada.
Si no espero nada, no me decepcionaré.