¡Hola, Anónimo!
1. Tu amiga es, lo primero de todo, una tía sincera. Hay gente que jamás te admitirá que le atrae alguien a quien, de forma racional, rechazaría por principios (porque es un machista, un misógino y un jefe). Buena hente, tu amiga.
2. Tu amiga es una persona con un deseo propio, suyo, intransferible. A ella le atrae su jefe, a ti te atrae ella, seguramente a otra persona le atraes tú... es un ciclo sin fin que lo envuelve todo. Hay que aceptar lo antes posible que esa cadena de atracción no tiene por qué tener correspondencia; a su jefe a lo mejor no le gusta ella, a ella a lo mejor no le gustas tú, a ti a lo mejor no te gusta la persona a la que le gustas. Esto es normal no, normalísimo, el pan nuestro de cada día, una verdad verdadera irrefutable: a veces nos gusta gente a la que no le gustamos. Y no pasa nada, porque lo de la existencia del alma gemela es una patraña y hay más peces en el mar y hay más tipos de relacción que la sexual o la romántica.
3. Que seas un tío dulce, educado y tranquilo que trata bien a su amiga es una cosa que está muy bien, es lo que hay que hacer, tratar a la gente que nos gusta, a nuestras amistades, de la mejor forma posible. Adelante con ello.
4. ¿Huir, seguir como amigo aunque duela, hacerte un cabrón? ¡Pero hombre, que es tu amiga! ¡Cómo vas a huir! Si te refieres a intentar olvidarla como posible pareja sexo-afectiva, me parece bien pero, de todas formas, lo que has comentado es una anécdota sin más. Dicho de otro modo: que a tu amiga le atraiga su jefe chungo no quita que le puedas gustar tú también, que eres dulce y educado. ¿No? Vamos, muy pocas veces se conoce gente a la que solo le guste un tipo de persona tan concreto. Lo que sí debes tener claro es lo que he comentado en puntos anteriores: si se confirma que no le gustas, aguanta el tirón que no eres el primero ni serás el último que no le gusta a alguien.
Pero, sobre todo, si es tu amiga, VALORA LA AMISTAT. Plantéate si solo es tu amiga porque te la quieres fogliar. Si es así, el problema lo tienes tú: deberías intentar ver a las personas, a las mujeres en concreto, como algo más que potenciales ligues. Deberías verlas como personas con las que efectivamente se puede tener una relación tan preciosa y habitual como, sí, una amistad. Sin querer follar ni nada, fíjate qué cosa.
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