D, de Da

¿Echas de menos a alguien?
Depende.
Te preguntarás de qué depende, es fácil. Cuando era pequeña, echaba de menos al padre que se suponía que tenía y casi no conocía, a la madrina que había visto contadas veces, y me atrevo a decir que a mi mejor amiga también, con ella era un echar de menos a intervalos cortos, sé que no importaba que hubiesen pasado cinco minutos o unas horas yo la echaba de menos.
Con el paso del tiempo me di cuenta que nunca había echado de menos de verdad, que se podía extrañar hasta al panadero que veía contento todas las mañanas de camino al colegio haciendo bocadillos y al que nunca le compré uno de ellos (todo hay que decirlo), si le compraba alguna golosina cuando los mayores no estaban presentes pero echo de menos como cuando lo hacías te sentías genial porque su mirada hacía ti era dulce, muy dulce.
Desde mi punto de vista no hay nada peor que mudarse, nuevas experiencias quizá pero no son necesarias, no veo la necesidad de alejarse de un lugar hasta echar de menos todo, absolutamente todo. Lo peor es que cuando te vas de un lugar tu familia no sonríe, ni tus hermanos, ni tus tíos, ni siquiera tus abuelos. Los amigos con los que habías planeado una vida de risas se quedan en el camino, y tu corazón disminuye con el miedo a gente nueva.
En ese momento lo pasé mal, no solo por lo tímida que puedo llegar a ser para relacionarme sino porque no quieres verte obligada a abandonarlo todo.
Con el tiempo encuentras tu lugar en ese sitio diferente, pero no es igual, a momentos imaginas tu vida donde no estas, donde estuviste.
Y ¿echar de menos?, extrañar lo extrañas todo, porque aunque en un momento era tu realidad ahora dudas entre recuerdos o imaginación unida a ellos.
Al año de esa gran mudanza, vino otra. Una depresión por parte de mi hermana mayor, y seguir el camino sin mi hermano por enfados tontos. La segunda vez duele menos, pero nadie puede negar que sigue doliendo.
Y ¿a quién echas de menos realmente? Creo que echas de menos la vida que podrías haber tenido, unida a las calles, a esas personas y a quien tú eras. Porque en cada lugar del que te marchas, dejas tu recuerdo, una parte se desprende de ti y no vuelve, esa es la realidad.
Esta es mi manera de echar de menos, cualquier sugerencia viene bien, todo para que echar de menos se haga menos doloroso, más soportable.

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