Frank Traynor

Siempre he sido un inconformista, desde el día en que nací. Al principio, era detallista y efectivo pero ahora que el mal inundaba completamente mi interior ¿Para qué necesito eso? Me instalé en el cuerpo de Frank Traynor y actualmente, es la única imagen que veo de mi mismo. Yo soy Frank y Frank es Samael. Es un círculo completo, además de la comodidad y la calidad que me ofrece este cuerpo, pero aun así, me gusta la diversión.

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Los demonios somos amantes de lo divertido, sin excepción alguna, aunque lo que nos hace ser tan divertidos normalmente a todos les parece macabro. El caso es que yo decidí… ¿Por qué tener un rostro pudiendo aprovecharme de tantas personas como quiera? El método es fácil. Frank se queda con una gran parte demoníaca en su cuerpo mientras yo, la serpiente, entro donde quiero cuando quiero. Y así es como conocí a Ewan Spencer y Arion Xenakis.

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[Estos personajes no son exactamente “secundarios” si no cuerpos en los que Samael decide entrar por diversión y obviamente, interés. Pondré más información de ellos más adelante, esto es solo una presentación.]

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Agua bendita y sal. Intentó encerrarme en un círculo para protegerse pero conseguí salir antes de que esta lo cerrase. Mi cuerpo se encontraba débil pero mi fuero interno quería seguir luchando, no darse por vencido, así que la llevé a la pared y la acorralé entre mi cuerpo. No negaré que esto me estaba resultando bastante morboso y que hubiera saciado mi inquietud por ver qué había debajo de esas ropas que no dejaban volar la imaginación.

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– ¿Sabes quien soy, preciosa? – Le dije, pegando mis labios a su oído, dejando que mi lengua viperina rozara su piel.

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– Eres Samael… Te conozco desde que te vi.

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Entonces ella saltó de mis brazos, aun no se bien como se me pudo escapar aquella delgada lagartija para entrar en el circulo de sal, cerrarlo y comenzar a rezar. Para aquel entonces estábamos solos en la habitación, ya había vomitado y mi cuerpo estaba bastante derrotado como para hacerle soportar más aquello, pero de seguro que mi forma original lo aguantaría de forma diferente.

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Como una serpiente salí de mi recipiente y me coloqué ante Astrid. Mis ojos eran del mismo color del oro y aunque brillaran hasta hacerse ver entre la neblina oscura, estaban vacíos, eran fríos como el mismo hielo. Ella intentó devolverme al infierno, lo cual era muy gracioso porque… Soy el jefe de allí y a fin de cuentas, haría lo que quisiera una vez más. Pero por darme el placer, me deslicé hasta la habitación donde se encontraban recluidos los Allen – que fueron anteriormente protegidos en el dormitorio por Astrid – y los enloquecí. Caroline gritaba y pegada de forma brutalmente violenta a su hijo mientras su marido parecía haberlo olvidado todo, simplemente, era un cuerpo vacío que se limitaba a mirar y hacer mohines. Era divertido. Astrid, como siempre, volvió a estropear mi momento de gloria. Le dio un maldito crucifijo a mi compañero de juegos, Josh, comenzando a rezar.

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– Rezando no se arregla todo… y ahora te encierras conmigo. Va a ser verdad eso de que quieres matarme. – Le dije.

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– Largo de aquí, Samael. Has tenido suficiente por hoy.

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– Nunca es suficiente.

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– ¡LARGO! – Gritó ella, de una forma que nuevamente me hizo querer enredarme en su pierna. Por tanto, eso hice. Subí poco a poco hasta abrazarla completamente con mi alargado cuerpo de serpiente, dejando mi cabeza cercana a su oído.

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– Oh, Astrid… Esto no va a quedar así entre nosotros. – Susurré.

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– Lo suficientemente indefensa como para atacarme ¿Verdad? Se que no va a quedar esto estre nosotros… Pero por hoy, se ha acabado. – Contestó.

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Entonces, en un ataque de ira, o más bien, diversión, apreté mi cuerpo como las anacondas hacen antes de ingerir sus presas y hundí mis afilados colmillos en su cuello. Ambos caímos al suelo, ella adormilada, probablemente solo tendría lagunas mentales cuando volviera a despertar. Pero yo salí de allí. Entré en mi recipiente, Frank, y como si nunca hubiera pasado nada cerré la puerta de los Allen.

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[1/2][Astrid Zoltar subirá su punto de vista del caso en breves. De momento, este es el punto de vista del demonio.]

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¿Sabéis esas veces que estás haciendo alguien que te gusta y alguien viene a estropearlo? Pues bien, esto fue lo que pasó cuando estaba en casa de los Allen. Los Allen era una familia de New Jersey. Frank les conoció hace mucho tiempo, antes de que yo interfiriese en su alma, Caroline Allen, que por aquel entonces era Caroline Bennet era amiga de… el antiguo Frank. Cuando yo llegué no perdí el contacto con ella, ni mucho menos, era una joven preciosa, casada, pero preciosa, que por aquel entonces tenía unos… veinticinco años. Actualmente, con dos años menos que yo, tiene un hijo de once años que comparte nombre con su padre, ambos Joseph Allen. Solía visitarles con frecuencia, pero este año les visité durante cinco largos meses con un solo motivo: Quería experimentar con ellos. Alquilé una casita a las afueras de la ciudad donde ellos vivían y me dediqué a hacerles la vida imposible bajo el aspecto de un ángel.

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Nadie se explicaba los sucesos paranormales que ocurrían en la casa, las serpientes, las horribles imágenes… El miedo general, aunque yo me divertía haciéndole aquello a mis “amigos”. Estos se auto convencían de que eran fases psicológicas, de que aquello no existía, pero era muy real. El día en que Astrid Zoltar llegó a “mi vida” yo estaba en el jardín de los Allen mientras jugaba al baloncesto con Josh Jr. y aunque mi aspecto fuera el de todo un ángel, con ojos claros y un gorro de paja, ella entró por la puerta del jardín alegando ser la prima de Caroline, lo cual yo sabía que era incierto. Podía oler a kilómetros lo que era aquella mujer y lo que traía en la bolsa escondida en la cocina. Odio el olor a sal, me repugna y ella venía embadurnada de este. Durante unos minutos nos quedamos a solas, ella me miraba fijamente así que intenté hacer contacto físico, a lo que ella rehusó. Me conocía y yo sabía qué quería de mí, pero claro estaba que no se lo iba a dar. Caroline preparó una limonada que fui el primero en probar, como siempre deliciosa y volví al juego. A través de los metros podía oír la conversación en susurros que tenía con el matrimonio acerca de mí, diciéndoles cuan sospechoso era… Pero ¿Iban a creer a su amigo o a una persona que podría ser una farsante?

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Era la hora de desviar la conversación y de hacer que el foco de atención pasara a otra persona. Aproveché que el pequeño Josh entraba en casa para hacerle pasar un terrible episodio de horror, imágenes en su cabeza y dolor físico que le llevaban a inundar la casa de gritos, mientras mi cara se volvía de pura preocupación. Los cuatro corrimos en su busca y aquella maldita perra se acercó a mí con un crucifijo y diciendo palabras en latín. No pude reprimir una carcajada, puesto que el vínculo que tengo con este cuerpo solo yo lo puedo deshacer. Un simple trozo de madera no haría que saliera de mi caparazón. Pero después, la cosa empeoró.

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Desde el día en que pasó aquel maldito accidente mi vida cambió. Se que debo estar agradecido por no haber perdido la visión completa, pero he perdido lo suficiente como para no poder volver a mis dos pasiones: El trabajo para el que tanto había trabajado y mis deportes favoritos. El riesgo sobre mí, el pelo alborotado por saltar desde una altura casi increíble ¿Cuántas cosas puede hacer el ser humano para sentirse alguien inmortal? Millones, pero aún más puede hacer para autodestruirse, como yo en este mismo momento. Mis noches son enteras de llanto silencioso. Mi cama está vacía, mi casa oscura hasta cuando el sol nace y llena la ciudad de un brillo perfecto, del que yo solo puedo distinguir ciertos rayos… Y tendré que dar las gracias por distinguirlos y no estrellarme con nada. Ahora solo quiero morirme. Ya lo he intentado varias veces… Me partí un brazo y tres costillas saltando desde mi piso ¡Qué gracioso! ¿Verdad? Muchas personas dan un salto y mueren, pero yo tuve que quedarme vivo. Me tomé pastillas y alguien decidió llevarme al hospital y salvarme, más agradecimientos. Intenté cortarme las venas o incluso ahorcarme, pero por dentro sentía que tampoco quería aquello. Ahora ya es de noche, lo sé porque en las noticias está esa presentadora tan guapa que distingo por el pelo rubio sobre el fondo rojo, pero estoy cansado y decido irme a dormir. Antes de eso activo el tocadiscos, es viejo pero funciona perfectamente y llevo tantos años con él que aun perdiendo la vista completamente sabría usarlo. “El Moldava” de Smetana me acompaña.

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Me fui a la cama y comencé a quedarme dormido con esa hipnótica música que se mueve como un río… Como una serpiente. Noté una presión en mi cama, sobre mis pies, a la que hice caso omiso. Varios ruidos hicieron que me incomodara, pero decidí centrarme en la música completamente. Estaba llegando a uno de esos puntos culminantes donde toda una orquesta parece ponerse de acuerdo para llegar al clímax y hacer que la emoción se desboque, como si tu alma quisiera salir de tu cuerpo… Así pude ver los ojos dorados y deseosos de aquella serpiente que abría toda su mandíbula para ahogar mi grito. Notaba como entraba por mi boca y se deslizaba hacia mis adentros, como poco a poco desgarraba mi vida. Podía ver todos mis logros y mis fracasos, mi primer amor, mi familia, mi trabajo, el accidente y finalmente, con una explosión de calor en mi interior solo sentí el vacío. Me sentí flotar como en un sueño, pude ver mi cuerpo dormido y solo llegué a comprender que estaba muerto tras cruzar la puerta que se cerraba y lo dejaba todo oscuro… Y como un niño asustado, mi alma acurrucada durmió para siempre.

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[Espero que esto sea suficiente... Me ha encantado tu proposición ¡Gracias!]

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Pondré dos pequeños extractos, uno es la sinópsis del libro, que de por si ya me parece lo suficientemente... Graciosa. La segunda es un extracto puro. El libro es "Diabulus in Musica" de Espido Freire.

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"Ésta es una historia de amor entre una mujer, un hombre y un fantasma. O, tal vez, dos fantasmas. Una historia que nos habla de Cristopher Random, un actor que fue muchas personas, y de Balder Goienuri, que hasta su muerte sólo interpretó a Cristopher Random. De la muchacha que amó a los dos. De las mentiras y los fingimientos entre los que se perdieron, y de cómo se buscaron durante años sin encontrarse."

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"Cristopher continuaba dormido, a un brazo de distancia de mi, rubio y vivo y perfecto. Entonces, las manos gélidas de Balder buscaron mi corazón y me atravesaron el pecho. Con una sonrisa, con la expresión satisfecha de quien cobra una deuda, lo dostrozó, y con el polvo rojizo que cayó sobre la alfombra se escaparon mis recuerdos, mi hombre, mi familia, Clara, los años de búsqueda, la felicidad con sabor a malvavisco, la levedad de la mañana, el anhelo de otro lugar, de otro tiempo. Los deseos imposibles.
Supe que estaba muerta. Aunque la vida transcurría ante mis ojos, entre mis manos ansiosas, ya no era mía, ya no pesaba, no poseía más consistencia que el sueño o que el recuerdo, o que la propia presencia de Balder."

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Y aunque sea un relato de una mujer, claramente, el placer es sentirse identificado con Balder.

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"Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien, todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo “La sonata del Diablo”, pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre….”

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https://www.youtube.com/watch?v=z7rxl5KsPjs

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Creo que queda bastante claro.

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Esa es una pregunta con amplia respuesta. Primero, comencemos por hablar de llevarse bien con alguien ¿Qué más da eso?¿Cuánta falsedad hay en el mundo ante esa pregunta? La gente habla, se dan puñaladas por la espalda ¡Imagínate entonces dos demonios! Podría decirte que si o no y quedarme en silencio, pero con eso de Lucifer se ha hecho algo personal.

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Cuando le conocí, creo que es de fácil suposición que cuando un ángel cae al infierno, no suele caer bien. Como tortura me arrancaron las alas. Dos alas. Pobres inútiles, me quedaban otras diez. Después me mandó a la última piedra del Infierno y ¡Bingo! Allí me hice mi grupito de amigos. Mis ideas me hicieron jefe de todo ese mundo ¡Jajajaja! Decepción para la lagartija de Lucifer. Se creía el demonio más fuerte y aunque sea uno de estos... Yo soy EL JEFE ¿Entendido? Por todo lo demás, me llevo muy bien con él.

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▬ Frank Traynor o Samael ¿Por quién empezar? La existencia dos seres, alma y cuerpo por separado. Cada uno una vida, una imagen, momentos, recuerdos, vivencias, pero al fin y al cabo, una sola historia.

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ACERCA DE SAMAEL:
× Su historia comienza en el cielo, donde era la mano derecha de 'el Todopoderoso'. Algunos llegaron a apodarle "Veneno de Dios" ya que se limitaba a cumplir con las ejecuciones que este le ordenaba. Tenía doce alas y llegó a ser uno de los grandes jefes angelicales.
× Al caer al infierno, se rebeló contra Dios ante la idea de la creación del hombre. Ejércitos que apoyaban su causa le siguieron, convirtiéndose en jefe de todos los Demonios.
× Cuando finalmente Dios terminó su creación, fue él quien tentó a Eva.
× Es el demonio que rige la violencia y la destrucción.

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ACERCA DE FRANK:
× Nació hace treinta y dos años en Irlanda, donde creció. Estudió ciencias y logró un trabajo como científico en la universidad hace seis años.
× Era fanático de los deportes de riesgo, pero un día, debido a un experimento mal elaborado que explotó e impactó en sus ojos, perdió el 70% la visión, dejando atrás gran parte de su vida.
× Samael buscó cuerpos y cuerpos, adentrándose finalmente en el de él, abandonando todos sus logros y creando una nueva persona.
× En la actualidad, ha llegado a estar dos veces encarcelado por hurto y violación. En los test proporcionados por la entidad de psicología, aunque su cabeza parezca estar perfectamente amueblada, padece un trastorno antisocial de la personalidad, o lo que es lo mismo, sociopatía.
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Al fin conseguí entrar por uno de los lugares que nunca pensaría que tocaría de aquella forma: El mar. La sombra que era mi espectro se extendía sinuosamente, creando la oscuridad entre las olas del oscuro océano, navegando hasta el puerto más cercano. Nadie se fijaría en aquella negra serpiente que arrastraba varios metros de una de las esencias demoníacas más fuertes.
Durante el largo trayecto, observé y estudié cada ser humano que se pasaba por delante de mis narices. Quería un buen recipiente y para ello no podría escoger a cualquiera.
Una tarde de Septiembre llegaba a casa un joven “ciego” solitario. No parecía feliz pero si que parecía sano y fuerte, así que decidí abordar su casa y pasar allí una temporada escondido entre las esquinas. Aprendí su estilo de vida, su forma de actuar, de vivir, todo cuanto pudiera saber acerca e la vida humana, y al fin, conseguí mi objetivo.
Era de noche cuando entré en la habitación de Frank, que aquel día se había apresurado para ir a dormir. De nuevo acerqué mi rastrero cuerpo de serpiente hasta su cama y como si de un líquido se tratara, me introduje en su boca. El muchacho no pudo gritar, ni reaccionar. Simplemente, Frank dejó de ser él aquella noche, para convertirse en el nuevo Frank, el malvado y temido Frank. El agitador, el violento, desastroso y endemoniado Frank Traynor.

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