1998.

Fue una curiosa tarde. En donde los recuerdos vinieron a mí con el olor del pasto, el sonido del viento y el color del cielo.
No estoy segura de haber esperado la compañía de estos recuerdos. Paso a paso, recordaba más y más detalles de lo que ahora es, tristemente, mi pasado.
Fue entonces cuando un triste pesar cayó sobre mí. La melancolía y nostalgia se mezclaron con el aire que respiraba, y finalmente lograron entrar en mi corazón.
Un silencio se hizo sobre mí, de repente comencé a nadar en aquellos recuerdos, que son para mí dulces como la miel al momento de recordar simplemente, pero que pueden ser el más amargo de los sabores al descubrir que ya todo eso es pasado, y que jamás volverá.
Ahora me siento, simplemente, sola. Nada más que eso. Y sé qué compañía necesito.
No termino de analizar si el nadar en aquellos recuerdos me hace bien o mal. Sé que después pagaré caro porque estos mismos recuerdos me llevarán a los mismos pensamientos que en noches anteriores no me dejan dormir.
Pero también sé que esto lo debo asumir. Sé que tengo que superar a aquella compañía que tanto necesito, y que tengo que seguir sola, o al menos sin mi compañía ideal. Por lo que en opinión personal, mientras más objetivamente recuerde aquellas tardes, más fácil será para mí ver cómo se va todo.
Pero sé que hoy fallé. Fui débil y me lancé al vacío por aquellos recuerdos; mientras caía todo fue hermoso, como la primera vez; pero el golpe final venía con una dosis de realidad, con un poco del presente, con un doloroso “Ya todo se acabó.”.
Y volver al presente, tampoco es fácil, al menos no para mí. Y es que me gustaría quedarme en aquellos lugares que solíamos frecuentar, y sentarme ahí por horas, mirando a las personas pasar, mientras en mi mente pasan todos aquellos magníficos momentos vividos. Podría vivir de aquello. Pero así no son las cosas, se supone que hay que seguir adelante… o eso me dicen.
Supongo que es lo único que queda, seguir adelante. Pero.. ¿qué hacemos de nuestro pasado? ¿Lo olvidamos, simplemente? Ojalá que no sea así… Ojalá que alguien sepa la verdadera respuesta a aquellas preguntas. Ojalá que algunos recuerdos quedaran para siempre en la memoria. Como una realidad vivida, y no como una simple imagen que se gasta con el paso del tiempo.

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