—Hada Nissa Loughty —dijo tranquilamente y prosiguió dibujando. Así mas o menos pasaron las horas, la pelirroja comenzaba a estar cansada, y sus ojos se cerraban poco a poco, hasta que finalmente se quedo dormida en la butaca, con el lapiz en la mano.
Mitchell. -Anotó el nombre y buscó a la chica. En cuanto la encontró, mandó una solicitud para después volver a guardar el joven.- Hada... -al ver a la chica dormida en la butaca, se puso de pie con la fuerza que había recobrado en esas horas para tomar el frágil cuerpo de la joven en sus brazos y llevarla hasta su habitación. Una vez que entró, recostó a la joven en su cama para después cubrirla con las sábanas.- buenas noches... -susurró pasando su mano por los cabellos rojizos de la joven.-