Subite a la hamaca. —¿Por qué? —Vos subí... haceme caso. —Bueno. —Ahora cerra los ojos que yo te empujo... ¿Sentís ese cosquilleo en el estómago? —Sí. —eso es lo que siento yo cada vez que te veo... Ahora cuando estés arriba abre los ojos. —Oh ¡qué bonito! —¿No sientes que vas a tocar el cielo? Es lo que siento yo cada vez que me sonreís.. Ahora soltate de una mano. — no...! me voy a caer..! —¿Sentís ese miedo? Bueno es lo que siento yo cuando pienso en perderte!