La conozco por su prima Aixa. Un día la madre y el novio de la madre de Aixa y los míos fuero a un bar a tomar un chisme, con la coincidencia de que allí estaba ella, Aixa nos presentó, y Maria y yo nos caimos genial desde el primer momento, tan bien nos llegamos a caer que dejamos de lado a Aixa y nosotras dos nos pusimos a hacer el gilipollas. La quiero poco y esas cosas.