Yo tengo temor a perderte y temor a que vuelvas, no puedo vivir junto a ti y sin ti es imposible. que bueno sería despertar y que tu no existíeras , si tu no existíeras sería más fácil el aire no habría que respirar todo el aroma que dejaste desde el día en que te marchaste, si tu no exístieras .
Después de que las lágrimas se secan y los adiós se han dicho, tenemos que aferrarnos a los recuerdos felices que hayamos compartido con nuestros seres queridos que ya hayan partido. Esto es lo que los mantiene vivos en nuestras mentes y en nuestros corazones.