-- Hace tiempo que vivo en modo automático
Siempre encontré el amor cómo algo difícil, un desafío que quería intentar. Yo no me enamoré, tampoco lo estoy. Pero si me gustas. Sabes que esto va para ti. También sabes que no te gusta que te mientan. Y no miento en nada.
Estoy acostada sobre la cama, mirando por la ventana. La lluvia golpea el techo y me hace recordar los días pasados, cómo cuándo el agua me había empapado de pies a cabeza y me había reído cómo nunca antes, te reíste conmigo, te miré de manera distinta, creí que también lo hacías. Me dijiste cosas que no se dicen porque sí. Me hiciste creer que valía la pena.
Es mucho más fácil actuar cómo si nada hubiera sucedido, cómo si no importara, pretender estar cómo siempre y usar una falsa sonrisa en el rostro que confesar que en realidad me siento dolida y decepcionada por perder algo que nunca tuve.
Sólo estoy triste, porque me gustas, y no me gusta nadie hace mucho. Esta noche fui abofeteada por la realidad en la que me doy cuenta que nunca voy a poder volver atrás y que tampoco es un asunto realmente importante para ti.
Me gustaría tener a alguien a quién poder ir, alguien a quién contarle mis secretos, alguien qué no me juzgue por mis errores cometidos y los errores que cometeré. Alguien que me diga las buenas noches, que sepa mis gestos. Que limpie mis lágrimas.
Esto va para ti, y para la noche en la que permanecí sola, en la que grité tan fuerte que quedé sin voz, por la noche en que esperé que nada hubiera pasado, y también por la noche en la que nunca miraste atrás.
Estoy acostada sobre la cama, mirando por la ventana. La lluvia golpea el techo y me hace recordar los días pasados, cómo cuándo el agua me había empapado de pies a cabeza y me había reído cómo nunca antes, te reíste conmigo, te miré de manera distinta, creí que también lo hacías. Me dijiste cosas que no se dicen porque sí. Me hiciste creer que valía la pena.
Es mucho más fácil actuar cómo si nada hubiera sucedido, cómo si no importara, pretender estar cómo siempre y usar una falsa sonrisa en el rostro que confesar que en realidad me siento dolida y decepcionada por perder algo que nunca tuve.
Sólo estoy triste, porque me gustas, y no me gusta nadie hace mucho. Esta noche fui abofeteada por la realidad en la que me doy cuenta que nunca voy a poder volver atrás y que tampoco es un asunto realmente importante para ti.
Me gustaría tener a alguien a quién poder ir, alguien a quién contarle mis secretos, alguien qué no me juzgue por mis errores cometidos y los errores que cometeré. Alguien que me diga las buenas noches, que sepa mis gestos. Que limpie mis lágrimas.
Esto va para ti, y para la noche en la que permanecí sola, en la que grité tan fuerte que quedé sin voz, por la noche en que esperé que nada hubiera pasado, y también por la noche en la que nunca miraste atrás.