¿Qué harías si un elefante se abalanzara hacia ti?
Los elefantes no se abalanzan, sino que se balancean.
Sobre la tela de una araña.
Y como veían que no se caían, fueron a llamar a otro elefante.
Sobre la tela de una araña.
Y como veían que no se caían, fueron a llamar a otro elefante.