¿Qué echas de menos?
Mi perra Laika, que falleció hace unos años, llevabamos juntos desde que yo era un enano y entre tumores y un desgraciado que le casi la mata, con 16 años que tenía ella hubo que sacrificarla. Admiro el valor que tubo mi padre de ver como le ponían la inyección letal, yo nunca habría podido verlo.
Era un pastor alemán que la recogimos de la calle, tenía muchísima fuerza, era cariñosa y para mi era la mejor perra del mundo.
Ojalá tenerla aún a mi lado, allá donde puedas estar, no sé, decirte que en mi cabeza, mi corazón, en mi, tu aún estas aquí presente y te recordaré toda mi vida Laika.
Era un pastor alemán que la recogimos de la calle, tenía muchísima fuerza, era cariñosa y para mi era la mejor perra del mundo.
Ojalá tenerla aún a mi lado, allá donde puedas estar, no sé, decirte que en mi cabeza, mi corazón, en mi, tu aún estas aquí presente y te recordaré toda mi vida Laika.