Ella: Nunca me cansare de ver esos hermosos Ojos. Él: ¿Por qué dices eso? Ella: No lo sé, creo que me estoy enamorando... Él: Pues no deberías enamorarte. Ella: Si tan solo pudieras abrirme tu corazón. Él: (Silencio). Ella: ¿Qué pasa? Él: No quiero que me lastimen... Ella: No voy a lastimarte.