Oliver.

Hay gente que es consciente de manera artística, que si le pones mil equaciones y cosas matemáticas no se van a enterar de nada. Hay quienes lo son de manera histórica, quienes lo son de manera espiritual, etc. Cada uno tiene los ojos "abiertos" a algo en particular. A veces desde muy pequeños, teniendo el camino ya más que escogido; a veces algo no clicka hasta llegada cierta edad. Cada persona es un mundo, y querer una consciencia unísona, igual para todos y a conseguir siguiendo los mismos caminos; es una utopía. Por ello, sobretodo quienes son artísticos, se sienten tan frustrados durante años, hasta que son capaces de elegir la rama que ellos quieren por decisión propia, porque el resto del tiempo siempre sienten que están en un lugar en el que no cuadran.

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Es lo bonito y lo malo de ser persona. Hay muchísimos carácteres, muchísimos aspectos en los que algunas personas se interesan y otras no; pero se siguen unas pautas que son norma, y al final, incluso se llega a perder a esa gente "especial" en su campo.

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Pero me voy del hilo. No hay una única manera de despertar consciencia en alguien, y cada uno tiene su interpretación y vivencia.

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Hablé sobre esto hace poco con una persona. Hace bastante tiempo que no infravaloro lo que tengo, y por ello, lo pierdo. De hecho, veo con bastante claridad lo que tengo día a día, y el perderlo sí o sí me molesta mucho.

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Ya no sólo por personas (principalmente porque si pierdo a alguien más estaremos contando 0 a -1, en vez de 6 a 5), sino sensaciones, lugares, sabores, etc.

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Pre-18, me despertaba y automáticamente abría los ojos, me lavaba la cara con agua fría. Aunque fuese para volver a la cama de nuevo. Éso me despejaba muchísimo. Nada más cambiar mi vida con 18+1día, esa sensación se perdió por completo, y lo he odiado desde entonces. Porque la apreciaba.
Así como el tacto. Pre-18 no había trabajado jamás quitando con bicis, y en cuanto me tiraron al apartado laboral que pude (fábricas, almacenes), pues en cero coma me salieron callos, y el tacto me quedó entumecido un tiempo. Seguramente menos de lo que fue/es, pero es que ya se sabe que lo mental siempre es más que lo físico. Fue otra cosa que apreciaba y odié perder.

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Jamás tuve alergia y ahora tengo. Esto al reves, algo que apreciaba no tener, y ahora tengo. Y qué mal.

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En cuanto a personas, hubieron unas personas que infravaloré, y en su ausencia, sobrevaloré. Por suerte o desgracia esas relaciones se quedaron absolutamente en nada. Algunas arrastrando más que otras, pero siempre dejando demasiado vacío y demasiado que pensar. "Gracias" a ello, soy más consciente de mis acciones y tengo en cuenta bastantes cosas. Aunque también me ha hecho cerrarme mucho a ser capaz de conocer gente nueva. De ahí que llevo dos años en Holanda y no hablo con nadie.

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La última persona que estuvo en mi vida de manera amorosa fue muy valorada, y lo sigue siendo. Supe lo que perdía cuando dije que era mejor que no siguiésemos, porque el río había llegado a zona revuelta. Y qué rabia desde el minuto uno. Casi dos años después, po'weno.

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Y aquí sigo. Sin más.

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E igualmente, buena noche.

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Ayer 6 por la mañana me llegó un paquete con tres dosis de setas con psilocybin (con dicho químico porque ya he dicho que yo las drogas de manera recreativa como que no), y a las seis de la tarde me pimplé las tres, porque aquí las cosas se hacen, o no.
Siempre he dicho que con el alcohol/drogas no me compensa el cómo ingerirlas (inyección/fumado/comido) con lo que me dan. Y es que VAYA ASCAZO. ESO SABÍA A PUTÍSIMA MIERDA. Pero bueno, me lavé los dientes del tirón, tiré una esterilla en el suelo, me puse música (el álbum "Vertigo", de Eden) y con el cuarto a oscuras dejé pasar el tiempo.
Al poco (bastante poco la verdad) empecé a ver colorines y bobadas. Al principio con los ojos cerrados, y luego con los ojos abiertos/cerrados. Noté cómo me fundía en el suelo y cómo mi sangre se movía. Esto aún con la música puesta, y aunque habían cosas específicas, era todo un tanto abstracto, con memorias sueltas y poco más.
Decidí quitarme la música y oh boi.
Oh boi en cuanto a sensación, porque a lo que iba, que era a que algo me hiciese "click", nada. Di vueltas por el cuarto, recordé cosas que ni me acordaba de manera muchísimo más nítida, y a la vez las sensaciones eran un conglomerado.
El resumen fue algo que ya sabía y sé: odiaba vivir en Canarias, todo el mundo me dio la espalda cuando necesité ayuda, y me fui diciendo que jamás volvería. Pero volví en otra época de mi vida y pisé sitios que vieron una persona completamente diferente. Y lo odiaba, todo. Odié cada día en España, cada día desde que cumplí 18 hasta que decidí volver a Holanda con 21.
"Lo odio, lo odio, lo odio, me odio, me odio, me odio........ pero me fui. Y seguí. Y he seguido. ¿Cómo he seguido si sólo quiero matarme? Pero he seguido. Sigo".
Es gracioso porque me obligaba a cerrar los ojos para "ver" y no era capaz. Al igual que me tuve que obligar a salir de un bucle cuando empecé con el tiempo entre 18-21 años.

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Sinceramente, esta experiencia ya la he tenido en según qué momentos durmiendo/despertando. Y la sensación corporal de fundirme también la he sentido más de una vez tras entrenar durante horas con la bici, volver a casa y tumbarme en la cama (la última vez, en Italia).
Sé que si esto lo hubiese hecho en otro momento de mi vida me podría haber destrozado/haber hecho click de manera más contundente; pero no. Y en medio de todo el tripy, qué risas mirarme al espejo y pensar "vaya cosa más innecesaria y cutre".
Entre todo quise llamar a @swiftbeat_ y gracIAS A DIOS QUE NO ME COGIÓ. Pero cuando la cosa se calmó pudimos hablar. Al principio aún un tanto impreciso, pero luego algo mejor.

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Como siempre: las drogas no me merecen la pena, quiero ser ciclista y algo dentro de mí dice que puede, quiero vivir en los Alpes, la gente sí cambia -a pesar de lo que una persona me dijo durante años- y ya me conozco lo suficiente como para ser capaz de saber qué está bien, y qué no.

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Y foto, una vez me calmé. He meado y llorado la hostia. Y un dolor de cabeza increíble. Pero weno

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El miedo a la oscuridad viene del miedo, como siempre, a lo desconocido.
¿Por qué el crear el fuego marca un hito en el "humano"? Porque, aparte de a nivel alimenticio -cocinar alimentos-, dio la posibilidad de calentar cuando hay frío en las noches, y de alargar estas, así como darnos protección contra el "vacío" a las afueras de la cueva de turno. Porque hay muchas cosas "ahí fuera" que si tienen oportunidad no dudarían en pillar una pierna como snack. De ahí que conozcamos más la luna que el fondo de los océanos. La luna brilla, llama la atención, la curiosidad. Está hecha de queso, es amante del sol y nos guía en la noche. En el fondo del mar se nos vuelve loca la imaginación pensando cómo de grandes pueden ser según qué monstruos, el qué ha creado el "blop" y por qué está estimado que sea varias veces más grande que una ballena azul, etc.

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