@YukikoTakeshi

Alice en el país.

Ask @YukikoTakeshi

Sort by:

LatestTop

Capítulo 3, parte 1~

Alice en el país.
-Es la hora de el ¿Té?-
No sabría decir bien cuánto tiempo ha pasado en este lugar, podría decir horas, días, pero en el cielo nunca ha dejado de brillar el sol. Mis pensamientos se confunden, los sentimientos se entre mezclan este pequeño corazón ardiendo de dolor. Puedo decir, de todas formas, que este ambiente tan cálido y hogareño hace que recobre un poco de tranquilidad.
Con un extraño pero dulce gato entre mis brazos caminaba por un bello prado de flores, me dirigía a una cabaña que pude divisar a lo lejos y de la cual provenía música alegre y divertida. Pude oír el canto de las aves aunque no veía ninguna, era un lugar extraño en verdad pero me gustaba así.
No faltaba mucho para llegar. Inesperadamente aquél felino bajo de mis brazos y salió corriendo en dirección a esa casa. Corrí e intenté atraparlo.
Al llegar a ese lugar me encontraba algo agotada, pero la sorpresa que sentí fue más grande. Era una casa grande, paredes amarillas y un techo extraño de color blanco, aquél hogar se encontraba rodeado de unas rejas negras. Me acerqué a ellas y la puerta se abrió sin siquiera un rose de mis manos.
Decidí, curiosa, adentrarme a ese lugar tan bonito. La música se escuchaba más fuerte que antes y oía a una voz femenina cantar, seguí dicho sonido y fui hacia lo que parecía ser un jardín trasero. Allí había una mesa muy larga, con varias sillas a su alrededor y todo era color blanco. Un enorme pastel había en el centro y al rededor habían infinidad de postres que se veían deliciosos. Frente a cada asiento había una taza de porcelana.
Mientras admiraba aquél banquete, sentí unas manos tibias en mis hombros. Me asusté y me di vuelta rápidamente. Detrás de mi había una dama vestida de sirvienta, con un vestido rosa y un delantal blanco. Ella sonrió tranquila. Su cabello era corto y rubio, sus ojos eran celestes como el cielo y sus labios rojos carmín. Traía un gran sombrero, amarillo y negro. De entre sus píes vestidos en zapatos negros apareció el gato extraño al cual perseguía. Ronroneando y refregando sus bigotes por las piernas de aquella mujer.
-Tranquila, pequeña, no te asustes - Dijo ella tomándome de los hombros nuevamente y llevándome hacia la mesa - Siéntate, rápido, que ya es la hora del té- Corrió la silla y me dejó allí por la fuerza.
-Pe..pero oye, no estoy invitada- La miré impresionada.
-¡Claro que estas invitada!¡Todos estan invitados! Menos los invitados que nunca fueron invitados ¡Jaja!- Rió cubriendo su boca con su mano y dándose media vuelta.
Ella volvió a darse vuelta pero esta vez tenía una tetera de porcelana entre sus manos, la cual apareció de la nada ya que no había ninguna en la mesa ni a su alrededor.
-Aquí tienes té, querida- Dando varias vueltas sobre si misma sirvió té negro en la taza que se encontraba frente a mi -No temas, ni que veneno fuera, solo toma y luego prueba el pastel que hay en la mesa- Extrañamente formó un verso.
Próximamente, capitulo 3, parte 2~

View more

Liked by: E=mc² Nancaro

Capítulo 2, parte 3~

Alice en el país.
Sin esperarlo, una fila de hongos se encendió, uno tras otro. Parecían formar un camino. Sin pensar en ello, lo seguí. Era muy largo pero no tenía ánimos para correr, me sentía tan confundida ... ¿Dónde estaba?¿Qué ocurría?¿Cómo pasó todo esto? Y los sentimientos nuevos que tuve al ver a ese chico... eran tan extraños.
Al llegar al que parecía ser el último hongo, de repente todos se apagaron. Todo estaba oscuro, no veía ni en dónde me encontraba parada. No entendía nada, simplemente, nada podía comprender de esto. Asustada y en medio de la nada, caí de rodillas al suelo y solo pude llorar. Lloré desconsoladamente como solo lo he hecho cuando veía a mi madre sangrando ante los golpes de mi padre. Un camino sin salida, un lugar que finalmente quedo perdido ¿Ahora qué haría? No hay lugar... ya no hay lugar para mi.
De repente la sombra que tanto admiro se materializó frente a mi nuevamente, esta vez desprendía una luz tenue y anaranjada. Un fuerte brillo se desprendió de ella y por unos momentos no pude ver nada. Al recuperar el control de mi vista la sombra ya no estaba pero el camino podía verse y al final una luz blanca.
Corrí lo más que pude, caí varias veces pero no me importaba, solo quería salir lo más rápido de allí. Mis pies descalzos sangraron lentamente y mis moretones eran horribles y dolorosos, pero aún así continué corriendo sin aliento.
Finalmente llegué hasta donde provenía la luz y me entregué a ella. Por unos minutos ya no supe dónde estaba y solo me sentí parte de aquel resplandor que bañaba mi cuerpo y limpiaba mi alma. Luego de unos minutos pude salir y acabé en el mismo bosque que al principio pero ahora tenia una diferencia, los árboles tenían menos hojas y pude ver el cielo claramente celeste, estaba todo iluminado y era muy bello. Habían cientos ... no... miles de flores a mi alrededor, se sentía un aroma increíble a rosas y jazmines. Parecería ser el paraíso. A lo lejos de todo pude ver una casa, una dulce y bonita cabaña. Desde allí provenía una música relajante pero animada y alegre a la vez, no podría evitar sentir ganas de ir a un lugar tan maravilloso.
Lentamente fui caminando hacia aquél hogar, apreciando ese hermoso paisaje a mi alrededor. De repente vi unos arbustos moviéndose extrañamente, asustada di unos pasos hacia atrás y de entre estos saltó un gato extraño. Era muy lindo y algo aterrador a la vez, su pelaje era de color fucsia, con pequeños destellos violetas, ojos verdes y una nariz negra, al parecer, húmeda.
Se paró frente a mi, me miró y luego caminó al rededor de mis piernas ronroneando y maullando. Tanta dulzura me dio que lo tomé entre mis brazos y lo acaricié. Parecía que todo el sufrimiento de aquél bosque extraño había terminado... pero lo que no sabía era que todo esto solo acababa de empezar.
Próximamente, capitulo 3, parte 1.

View more

Capítulo 2, parte 2~

Alice en el país.
-No temas querida, no tienes un por qué- Dijo aquél, mirando directo a mis ojos. Luego se acercó a mi oído -Aún no te tocaré- susurró, esbozó una sonrisa.
Atemorizada me encontraba, pero esa sensación tan desconocida y agradable que sentía recorriendo mi cuerpo ... era hipnótica. Quería huir, pero no podía, sentía mi delicado cuerpo atado a su mirada
-¿Qué te trae aquí, querida Alice?- Caminó un poco y se apoyó contra un árbol.
-Pues yo ... - hice una pequeña pausa y me alejé dos pasos hacia atrás -Un momento... ¿¡Cómo sabes mi nombre!?-
Lo miré algo extrañada, es gracioso quizá pues no me percataba en esos momentos de que me encontraba sin ropaje, o simplemente ya no sentía incomodidad.
-Quién sabe, mi cielo, quién en verdad lo ha de comprender- Miró a su alrededor - Aunque, tu no pareces Alice, no eres quien EL nombró, pero eres quién debe ser ¿Tu que dices?¿Alice?- Se acercó a mi nuevamente tocando mi mejilla.
No supe que contestar, tan solo lo miraba con mis mejillas recubiertas de rubor y una suave gota de sudor se deslizó por mi espalda. El colocó ambas manos en mi rostro, rozando y recorriendo cada parte con sus finos dedos.
-Querida, tan solo no sabes que eres quién no eres pero serás lo que algún día soñaste ser- Sonrió y acercó sus labios hacia los míos, y casi rosando mi piel, dijo -Un precioso y seductor cadáver- Tocó a penas mi boca y se alejó repentinamente entre la oscuridad.
Estuve muy sorprendida, sin poder moverme, me mantuve quita por unos segundos y luego reaccioné.
-¡¿Dónde estás?!¡Vuelve!- Grité hacia la nada de un bosque oscuro y mágico.
Pasaron unos segundos más y me mantuve en mi lugar, cuando de repente sentí unos brazos cálidos desnudos abrazarme por detrás.
-Oh,, ahora te encuentras asustada, no hay de que temer mientras sienta tu piel rozando la mía- Era su voz, pero había algo diferente. Tocándome y sin cuidado se encontraba aquél muchacho ... sin su traje.
-¡¡¿Qué haces?!!- Grité totalmente temerosa -¡¿Qué quieres de mi?!-
El tan solo rió sarcásticamente, de forma burlona. Se apareció frente a mi.
-Eres tan ingenua, Alice, Alice, Alice ... - Susurró. Se acercó a mi nuevamente, pero esta vez pasó un filo extraño por mi rostro. No me lastimó, tan solo hizo brotar una gota de sangre de mi rostro. El tomó aquél liquido con su dedo índice y lo llevó a su boca. Con su lengua lo probó, de una forma tan seductora ... ¿Qué estaba sintiendo?¿Qué era esa sensación húmeda entre mis delgadas piernas?¿Qué es todo esto?
El solo volvió a reír y se alejó. -Adiós, deliciosa Alice- Se desvaneció en la oscuridad.
De rente todos los hongos azules que brillaban sin descanso se apagaron en la nada. Todo se volvió oscuro, sentí unos dedos calientes recorrer cada parte de mi cuerpo, solté un leve "Basta" entre gemidos extraños y se detuvo.
Sin esperarlo, una fila de hongos se encendió, uno tras otro. Parecían formar un camino. Sin pensar en ello, lo seguí.
Proximamente: Capitulo 2, parte 3.

View more

Capítulo 2, parte 1~

Alice en el país.
~Aquél, luna excitante~
Los bosques siempre parecían oscuros, pero este en particular tenía su encanto. Ahora mismo acabo de llegar a una parte extraña. Hongos azules de gran altura se encontraban aquí, estos brillaban. Quizás no eran altos, era yo quien se encontraba enana. Había árboles de corteza negra tan altos y frondosos que no se veían los rayos del sol, ni siquiera el cielo. Me encontraba en un ambiente azulado de entre la profunda oscuridad.
Caminé un poco y comencé a escuchar una voz, una profunda y masculina voz cantando. Como si de un hechizo se tratara, me acerqué a donde provenía esa melodía. Una voz tan profunda y cálida, excitante y lujuriosa, sentía como si mis pies flotaran en el aire y fueran directo hacía su origen. Podría decir de alguna forma que su voz enamoraba mis sentidos más profundos cómo mujer, cómo hembra ¿Pero que era realmente el amor? No sentí una suave y romántica sensación en mi pecho, ni una fragancia a rosas en el ambiente, ni brillos celestiales. Esa sensación, quizás...
Así, lenta pero de forma suave, me acercaba a aquél lugar de donde la música provino. Al llegar aprecié un hongo un poco más bajo que los demás pero aún así muy alto para mi. Decidí tomar nuevamente la caja de cristal y crecer.
En el compartimiento que me permitía "llegar al cielo" dejé caer una gota de sangre de mis heridos y descalzos pies. De repente tiré aquella caja al sentir un agudo dolor en mi espalda. Mis vertebras aumentaron su tamaño saliendo de mi cuerpo, mi pequeña columna vertebral se encontraba totalmente salida de su lugar, sangrando, gritando, los huesos de mis piernas también comenzaron a crecer rompiendo mi delicada y pálida, aunque sucia, piel. En un charco de sangre me retorcí y lentamente perdí la conciencia. Al despertar, luego de quién sabe cuánto tiempo, me encontraba totalmente limpia y de mi tamaño normal. En aquél pequeño lago de sangre que pude dejar se encontraba la caja de cristal. Me agaché para tomarla y al hacerlo vi mi reflejo. ¿Qué ocurría? Nada, todo era normal, mi cabello, mis ojos, mi piel. Simplemente ¡Me encontraba totalmente desnuda! Aquél pequeño vestido que los gemelos habían confeccionado para mi se encontraba destrozado entre la sangre.
Oí una voz decir -"Levántate, tranquila, no debes llorar"- Si, era la misma voz de hombre.
Con miedo y vergüenza me puse de pie. Intenté tapar mi cuerpo de niña lo mejor que pude y le miré. Era un hombre de buena apariencia, cabello negro azulado, ojos azul tan profundo como aquellos hongos, piel pálida, vestía un traje principesco, de telas ,aparentemente cedas, de tonalidades celestes y destellos plateados. Se bajó del hongo con mucha elegancia y se acercó a mi, tomó mi mano y la besó. Mi rostro se tiñó automáticamente de carmín e intenté alejarme un paso hacia atrás.
-No temas querida, no tienes un por qué- Dijo aquél, mirando directo a mis ojos. Luego se acercó a mi oído -Aún no te tocaré- susurró, esbozó una sonrisa.
Próximamente:Capitulo 2, parte 2

View more

Capitulo 1, parte 4~

Alice en el país.
Me alejé de ambos tan solo unos pasos de distancia, intenté recoger lo que pude de mi vestido y les dije con propiedad:
-Mi nombre es Alice-
-Oh, ese tu nombre será pero ... - Dijo aquél niño irritante
-¿Quién es realmente "Alice"?- Agregó su hermana.
Me alejé un poco, pero tropecé con mi vestido y caí.
-Eso se ve algo molesto ¿Verdad?- El pelirrojo tendió su mano para levantarme.
-Yo lo arreglaré- Dentro de sus pupilas, vi un brillo suave que reflejaba mi rostro.
Tomó parte de la tela del vestido. Utilizando cabello que le arrancaba su hermana como hilo y una pequeña rama como aguja, transformó aquél retazo de tela en un vestido muy improvisado y descuidado, pero servía. La dama de rojo cabello arrebató el resto de la tela y la arrojó entre el inmenso pastizal de aquél bosque, dejándome totalmente desnuda. Comencé a temblar y a sentirme realmente avergonzada y asustada por aquella extraña situación.
-Toma, úsalo- Y aquél niñato me dio el vestido que hizo. Rápidamente me lo puse y me sentí algo más relajada.
-No temas por tu cuerpo- La extraña acarició suavemente mi rostro con sus pálidas manos.
-Ya no es tuyo- Agregó su hermano, y riendo se alejaron corriendo entre el bosque, de forma irregular.
-¡Esperen!- Grité, pero ya nada podía oírse, nada más que el susurrar del viento entre las hojas.
Lo recién ocurrido se había tornado oscuro, ese bosque tan maravilloso, quitado del cuento de hadas más infantil se comenzaba a tornar algo tan lúgubre como un cementerio antiguo. Mi cuerpo se sentía extraño, podía sentir como si el viento fueran manos que violaban cada parte de mi pequeño ser, tuve miedo, mucho miedo, pero extrañamente era cómodo, como si quisiera que esas manos nunca dejen de tocar.
Mi cabello largo se encontraba sucio y enredado, mis pies descalzos y heridos por las rocas que hay en aquél camino de tierra, mis manos sucias, mi rostro pálido cubierto de polvo está, adiós a mi estética perfecta que he intentado mantener hasta ahora, finalmente acabé viéndome como si acabara de volver de la guerra más salvaje.
Entendí que, por lo pronto, lo que más debía preocuparme es escapar de aquí, hallar una forma de volver a mi infernal mundo real.
Proximamente: Capitulo 2. Parte 1.

View more

Capitulo 1, parte 3~

Alice en el país.
Sin darle más importancia me dirigí hasta la puerta, esta no poseía picaporte así que la empujé. Jamás había imaginado lo que habría detrás de ella.
Un bosque totalmente iluminado, sus árboles altos, no podía verse su final, podía oír a las aves cantar y una brillantes luz cegadora atravesaba las hojas de las plantas. Flores extrañas y de colores extravagantes, de un tallo tan alto como pude haberlo sido yo en mi estatura normal. Se veía casi tan temibles como mágicas. El camino era de tierra color rojo, tan profundo como el océano y tan denso como la sangre. Como si sintiese unas manos empujar mis espaldas, di el primer paso dentro de ese bosque y fuera de aquella extraña habitación. La puerta fue cerrada de un golpe seco.
Me encontraba ahí, frente a un camino sacado de en sueños, con una caja de cristal en mis manos, arrastrando los montones de tela que fue mi vestido, por poco desnuda, confundida y perdida. Vaya, quién lo hubiera imaginado.
Decidí caminar en linea recta ¿Qué más podría hacer? Veía a las flores moverse al compás de una suave brisa, era relajante. Sin imaginarlo, me topé con la sombra nuevamente, sentí un suave susurro a mi oído que decía "Tarde, llegáis tarde". Aquél espectro comenzó a moverse en linea recta frente a mi, ya no lo hacía como antes, ahora se volvió rápida y finalmente desapareció en el horizonte.
Comencé a caminar en dirección a ella, de repente comencé a oír ruidos extraños de entre las plantas frondosas de aquél lugar, se movían. Podía escuchar claramente risas, eran de dos "cosas" diferentes.
Totalmente asustada comencé a correr, aunque no logré gran trayecto ya que cada 3 pasos tropezaba con mi vestido. De repente sentí como unas manos y frías me tomaban del cuello. Me costaba respirar un poco pero intenté gritar con todas mis fuerzas. Apenas lo hice, esa cosa me soltó.
-¡Oye!¡Calla!- dijo un niño que rápidamente se paró frente a mi.
-¡Deja de gritar!- agregó una niña quien se puso a su lado.
Eran gemelos, solo podía distinguirles por su voz. De cabello rojizo, con muchos rulos, piel pálida y ojos color aceituna. Medían exactamente lo mismo y vestían igual, con un overol sucio, de tela azul y una camisa blanca pero repleta de manchas de todo tipo.
-¿Quiénes son ustedes?- Atiné a decir, sin pensar, totalmente asombrada.
-A veces yo soy Drimirí- Respondió la niña al instante.
-Otras veces yo soy Drimiróm- Continuó su aparente hermano.
-¡No! Tu eres Drimirí- Dijo la pequeña.
-¡Pero yo no soy Drimiróm!- Siguió su acompañante.
Me sentía confundida y totalmente irritada.
-¿¡Quién es quién!? Demonios... - Finalmente lograron sacarme de quicio.
-Lo importante a saber aquí- Se me acercó la pelirroja, mirándome curiosa.
-Es ¿Quién eres tu?- El pequeño la imitó.
Me alejé de ambos tan solo unos pasos de distancia, intenté recoger lo que pude de mi vestido y les dije con propiedad:
-Mi nombre es Alice-
Próximamente, Capitulo 1, parte 4.

View more

Capítulo 1, parte 2~

Alice en el país.
[...] La caída parecía eterna, pude ver muchas luces, muchas estrellas, pero era todo oscuro. Había colores indescriptibles y jamás imaginados a mi alrededor pero aún no había acabado de caer.
Finalmente sentí el fondo y lo último que vi fue a la sombra.
~Continuación~
Luego de un tiempo ¿Cuánto exactamente? No lo sé... pero siento como si fuese entre 1 hora y 100 años.
Con la vista algo nublada me levanté del ... ¿Suelo? Mi vestido carmesí se encuentra manchado con tierra. He perdido mis zapatos en la caída y ahora me encuentro descalza, el piso frío se encuentra húmedo. No veo absolutamente nada, nada más que a mi misma.
De repente mis ojos se han cegados ¿Qué ha pasado? Una luz blanca y profunda como la del sol al primer amanecer del invierno se ha encendido en este lugar.
Pude apreciar claramente la habitación en la que me encontraba. Paredes de madera, una puerta y una mesa. Sobre la mesa se encontraba una caja de cristal. Apoyando mis manos sobre la mesa logré pararme y admirar más claramente. Una puerta negra, una mesa de vidrio. Tomé la caja y pude ver que estaba dividida en dos por una lámina muy fina de vidrio. Miré debajo de ella y había instrucciones en un idioma ilegible que descifré con facilidad.
"Dentro del derecho, la sangre te hará llegar al cielo. En el izquierdo, al infierno. La hoja traslucida entre ellas será tu portal"
Tenía miedo pero pude comprender.
La puerta era pequeña, no mucho, pero era de la mitad de mi cuerpo, tanto a lo ancho como a lo alto. Como si hubiese sabido lo que debía hacer, como si hubiese estado allí antes, tomé aquel vidrio de fino grosor y lo pasé cruelmente sobre mi mano. La sangre no tardó en aparecer pero no hubo una hemorragia. Una pequeña gota de esta se deslizó por mi palma y como si fuese guiada calló en la caja, en la parte izquierda. No sentí nada, nada ocurrió ¿Y ahora qué?
La herida se cerró lentamente, pude ver como cada hilo del tejido epidérmico se unía entre si, grotescamente hasta dejarme nuevamente intacta. La gota de sangre en la caja, se secó y paulatinamente desapareció.
Pasó el tiempo y no ocurrió nada, decidí dar un paso cuando de repente un dolor agudo invadió mi ser.
Miré mis manos, su piel se avejentó, manchas en ellas aparecieron y lentamente era más pálida. La agonía que sentí era tal que solo podía pensar en el suicidio. Mis huesos se hundían, mis músculos se contrajeron y comencé a vomitar sangre. Mi vista se nubló y caí desmayada al suelo.
Al poco tiempo desperté en un mi propio charco de sangre, mi ropa se encontraba ahí ¿Por qué se veía tan grande? Me levanté y miré mi reflejo en la sangre, me veía totalmente normal a simple vista pero luego ... dirigí mis ojos a la mesa ¡Era enorme!
Finalmente comprendí lo que había ocurrido, recordando: Derecho - cielo ; Izquierdo - Infierno.
Sin darle más importancia me dirigí hasta la puerta, esta no poseía picaporte así que la empujé. Jamás había imaginado lo que abría detrás de ella.
[Próximamente: Cap. 1, parte 3]

View more

Capitulo 1.

Alice en el país.
~Aquella sombra que me ama~
-¡No quiero!¡Por favor, no!- Grité y corrí lo más rápido que pude. Huí del castillo mientras oía a mi padre decirle a sus caballeros "-Seguidla y traedla frente a mi-". Pude ver a esos soldados de brillante y pútrida armadura, montados en sus caballos negros. No me importaba en verdad ¡Vamos!¡Enviad a cientos de ellos! No... ¡Miles!¡Millones! Continuaré huyendo. Pensé.
Aquel ejercito se acercaba cada vez más, casi podían pisar mis talones pero cuando menos pude pensarlo, lo vi. Si... era el o quizás ella, la sombra que siempre cuidó de mi desde que tengo memoria. En mis sueños, en mis tardes de juego, en la hora del té, en mis caminatas por el pueblo que solía dar a espaldas de mis padres, esa sombra negra azabache. Pude temer e incluso llorar, pero siempre cuidó de mi, evitó muchas heridas y me consoló luego de los golpes, jugaba conmigo en el jardín del castillo.
Jamás supe qué o quién era en realidad pero de algo podía estar segura: Me amaba. Estuvo frente a mi y cuando corrí hasta ella, comenzó a caminar en linea recta frente a mi, como si me invitase a seguir su paso.
Corrí hasta salir del pueblo pero los soldados continuaban detrás de mi. Malditos, en verdad podía notarse, por su perseverancia y valor, que eran el ejercito del rey. Al estar al límite del pueblo ya no reconocí nada más ¿A dónde podía ir?¿En dónde podría esconderme? La sombra se adentró en un bosque, el más tenebroso del lugar, su leyenda dice que quienes entran jamás han de regresar.
¡Pero no me importa!¡Le seguiré! Cualquier lugar era mejor que aquél infierno al que mi madre le decía "hogar".
Sin mirar atrás continué huyendo, aunque ya me encontraba agitada y era difícil continuar. La sombra me esperó hasta que allí llegué y me envolvió en su calidez luego se adentró en el bosque y le seguí. Pude oír claramente a los caballeros:
-¡Parad!¡Se ha adentrado en el bosque!-
-¡Pero el rey nos ha dado su orden!¿Seréis capaces de desobedecer su mandato?
-Dar la espalda y volved, he dicho, que el rey comprenderá el riesgo que nos hemos encontrado ¿Habéis oído?¡¡Volved!!
Luego de eso, solo oí a sus caballos, cabalgar y perderse. Yo continuaba corriendo, siguiendo a la sombra cuando de pronto esta se detuvo, frenó su paso de forma áspera y rígida, yo no logré hacer lo mismo.
Tropecé y caí, caí y continué cayendo ¿Qué a pasado? Sombra ... ¿Dónde estas?¿Por qué esta vez ...
...no me has salvado?
La caída parecía eterna, pude ver muchas luces, muchas estrellas, pero era todo oscuro. Había colores indescriptibles y jamás imaginados a mi alrededor pero aún no había acabado de caer.
Finalmente sentí el fondo y lo último que vi fue a la sombra.
-
-
-
~Próximo: Parte 2 del capítulo 1~

View more

Prólogo.

¡No!¡Por favor no! Solo correré, correré y seguiré esa sombra oscura pero amable que huye de mi hacia quién sabe dónde.
Mi padre y mi madre me buscan. Los veo, pero no quiero. Esas ¡Dios!¡Esas manos! Mi rostro ya no soporta su pesadez. No quiero ¡No quiero a ese hombre!¡El campesino!¡El es a quién yo busco! Pero ya no está ¿Qué has hecho, maligno padre?
La sombra se introdujo en el bosque más oscuro que ha de existir ¡No me importa!¡Ya no me importa! Le seguiré, quiero ir, quiero ir con ella.
Me ha visto crecer, madurar, me ha visto sangrar.
¡Oh, sombra!¡Guíame y sácame de aquí!
La filosofía de este lugar ya no es lo que fue en su momento. Ahora es religión.
.
.
.
~Próximamente, capítulo uno~

Language: English