— Pese a qué suelo preocuparme por el bienestar de las personas a mi alrededor, noté que no es así para el resto.
Uno siempre está listo para criticar, preocupados por su reputación, las historias suelen exagerar, mostrar que su idealización de la vida, su concepción de situaciones comunes son la única e inquebrantable verdad y debe ser esa bandera con la que predican y alzan como estandarte.
La cruda moral de las personas.
Mientras que yo solo pienso que no tengo tiempo para cambiar mi vida, soy lo que soy, soy malo, soy bueno, soy tonto, soy listo... Todo y cada parte soy yo, no puedo cambiar tantos años así, mucho menos predicar mis experiencias porque son muy únicas y no existe otro como yo por lo que es ilógico comparar mis aprendizajes.
Jamás entenderé porque se empeñan en demostrar que son más "capaces" que otros, sí ni siquiera entienden que no existe nadie más que pueda entenderlos de la manera que ellos lo hacen, solo hay gente quién creen entenderlos.
Por eso no me gusta abrirme con las personas.
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