No busco una chica de sonrisa perfecta, no quiero un 90, 60, 90, es más, no pretendo noches tranquilas sin discusiones, la busco a ella, con sus gritos, sus enfados, sus lágrimas y sus días tristes, la busco a ella con sus medidas imperfectas, pero perfectas a mis ojos, con
sus días buenos y sus días malos, la busco a ella con sus celos, con sus "¿quién es esa?" sus "dejame en paz" a busco a ella con sus miedos, sus inseguridades, sus mejillas rojas cuando algo le da vergüenza, con su actitud, orgullosa, negándome un 'lo siento' la busco a ella al otro lado de mi cama, desarreglada, sin maquillar, acalorada después de haber hecho deporte y abrazada a mi espalda, la busco a ella con sus 'te odio' con sus ganas de pegarme y matarme, con sus escenas en público, la busco a ella con sus abrazos, sobre todo cuando no los pido, pero los necesito, con su forma de hacerme reír cuando no quiero, con sus miradas cómplices, con su forma de besar, de parar el tiempo, la busco a ella cuando llore y no quiera explicarme por qué, cuando pague conmigo, lo que no se atreve con los demás, cuando mis brazos, sean el único lugar del mundo donde se sienta segura, la busco a ella y a sus paseos de la mano por la ciudad, a los miércoles en el cine, los jueves de monólogos, los fines de semana de viaje, o los domingos en la cama, la busco a ella con sus 'no' sin ninguna explicación o argumento, con sus 'haz lo que te de la gana', con su caminar rápido para que la abrace por detrás, con sus movimientos característicos donde poco a poco me va echando de la cama, la busco a ella con sus ojos cerrados al besarme, a sus "no me escuchas" y a sus "¿qué tal me sienta esto?" cuando sabe que está preciosa, la busco a ella y esas películas que tenemos que volver a ver por no poder terminarlas, la busco a ella y a sus vaciles, que me saque de quicio, que me provoque, que se meta conmigo, sin motivo alguno, en definitiva, no busco que sea perfecta, simplemente busco que sea ella.