Lo siento, creí que... -Te abrazo y escondo mi cabeza en tu cuello avergonzada- Te quiero mucho, y soy un poco mucho celosa, pero ¿Hija?, ¿Estás seguro?, ¿No te da miedo la idea de ser padre y equivocarte?, porque a mi sí -Digo mientras sigo con mi cabeza en tu cuello y deposito un pequeño beso-
se que aveces soy un tonto pero nunca me equivoco -susurro y sonrio leve-