Y lo peor es que yo te conozco tanto, que podría recordarte quién eres por si lo olvidas. Y lo peor del caso es que de ti sé tanto, que podría dictar clases intensivas de tu vida. Por eso casi sé cuando me estás pensando, por eso creo saber cuando de mí te olvidas...
Porque todos me dicen una y otra y otra y otra vez, que, si juego con fuego, me acabaré quemando. Pero lo que nadie me pregunta es si lo que andaba buscando era algo de calor.