Nunca debí acostumbrarme a ti, ¿sabes?. A tus mensajes, a tus cosas, a tus fotos, a nuestras charlas antes de dormir, a nada. Y justamente ese era el miedo que tenía cuando te decía el porqué no me gusta demostrar mis sentimientos... Me hiciste enojar mucho y rompiste mi corazón!!!