¿Cómo encontrar el verdadero amor?
La búsqueda del amor en otra persona es una necesidad vital en cada uno de nosotros. El amor, como energía universal, permea cada una de nuestras esferas de acción y es parte fundamental de nuestra esencia interna.
En nuestra vida moderna intentamos encontrar el amor en las más variadas formas: Creyendo que existe una media naranja que vendrá a completarnos y solucionar nuestros conflictos internos; yendo de una pareja a otra, porque, simplemente, no podemos estar solos o bien buscando diversos sustitutos de amor, pudiendo llegar, en ocasiones, a conductas erráticas y poco saludables para nuestro equilibrio interno.
Una de las lecciones más duras de aprender es ésta: “Nadie nos brindará más amor que el que nos brindemos nosotros mismos”. La búsqueda del verdadero amor llega a buen puerto cuando descubrimos que somos la fuente de todo amor y que, al estar en un estado de tranquilidad y realización interior, ya no sufriremos por estar solos. Eventualmente puede llegar (o podemos conocer), en el momento más inesperado, una persona que logre complementar nuestra visión de vida, nos acompañe y fortalezca nuestro camino. A veces, puede que esto no suceda y así sigamos solos por un buen tiempo. Frente a eso, la invitación es a no ser mezquinos y a desplegar todas las clases de amor que tenemos para entregar al resto. Porque todo, finalmente, sigue siendo amor, y nosotros, hasta el último día, seremos nuestros mejores compañeros.
En nuestra vida moderna intentamos encontrar el amor en las más variadas formas: Creyendo que existe una media naranja que vendrá a completarnos y solucionar nuestros conflictos internos; yendo de una pareja a otra, porque, simplemente, no podemos estar solos o bien buscando diversos sustitutos de amor, pudiendo llegar, en ocasiones, a conductas erráticas y poco saludables para nuestro equilibrio interno.
Una de las lecciones más duras de aprender es ésta: “Nadie nos brindará más amor que el que nos brindemos nosotros mismos”. La búsqueda del verdadero amor llega a buen puerto cuando descubrimos que somos la fuente de todo amor y que, al estar en un estado de tranquilidad y realización interior, ya no sufriremos por estar solos. Eventualmente puede llegar (o podemos conocer), en el momento más inesperado, una persona que logre complementar nuestra visión de vida, nos acompañe y fortalezca nuestro camino. A veces, puede que esto no suceda y así sigamos solos por un buen tiempo. Frente a eso, la invitación es a no ser mezquinos y a desplegar todas las clases de amor que tenemos para entregar al resto. Porque todo, finalmente, sigue siendo amor, y nosotros, hasta el último día, seremos nuestros mejores compañeros.