C A M P A N I T A

Nunca hablé de ti, corazón inocente, que amaste mis demonios y curaste mis heridas que ahora se abren y comienzan a desangrarme. Nunca hablé de mí contigo, por lo demás. Es que mostrarte esta cueva era desnudar mi alma ante ti, y tan cobarde soy que prefiero desnudarme el cuerpo antes que mostrarte el corazón.
Probablemente ya no haya tiempo, temprano es demasiado tarde cuando se trata de mí... estoy jodidamente enfermo ahora, abandonado... cómo fue que encontraste el eterno descanso sin mí, cuando brillabas con luz propia, dulce ángel; encendías el universo con tus ojos, que esta noche se opacaron al dejarme... no pude hacer un pacto con el tiempo... tengo tanto por decirte y tanto por llorar, pero estoy mudo si quiero que me oigas hablar... y aunque la ceniza de mi amor se la lleve el viento en busca de ti, vagaría por siglos sin nunca permitirte tocar mis palabras... porque tú ya no estás.
Es demasiado tarde para detenerme, demasiado temprano saber que me estoy equivocando y soy demasiado estúpido que como para seguir haciendo esto... estoy completamente solo... ni siquiera escucho los gritos de mi cabeza... ahora siento un dolor frío, punzante, y pienso en si en realidad así se siente el fin de todo...
– Vincent.

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https://youtu.be/-2E99-AmRig

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Debo irme. Nunca quise marcharme, soñé como una niña que serías mi príncipe, que estaría a tu lado incondicionalmente porque te quería con tus penas y tus demonios, con tu inestabilidad, que te esperaría si no estabas listo. Pero me quiebras, me alzas y me dejas caer. Y sé que no es tu intención hacerlo, finalmente es así como te enseñaron que era el amor; yo, por mi parte, aprendí que también debo amarme a mí misma. Tu amor me fractura, cariño, cuando me quieres y luego no quieres. Quise demostrarte que podía ser tu pilar fundamental, pero estoy remando sola, porque tú no quieres avanzar. Te quiero, pero valoro más mi propia existencia, y si luchando por ti me estoy extinguiendo, entonces prefiero soltarte... “aceptamos el amor que creemos merecer”, leí en un libro... no creo merecer a una persona que es incapaz de mantener una decisión por más de 10 segundos, que anhela que lo quieran pero lo rechaza cuando lo tiene... y no creo, realmente, que me haga bien intentar hacerte ver que estoy aquí para ti, si tú nunca lo estás para mí...
Alguna vez te dije que tenía un límite. Este adiós lo es. No perdí lo que siento por ti, no, ni lo haré; mas encontré algo que importaba por sobre eso, y es lo que siento por mí. Sé feliz, Vincent. O simplemente sé, como lo has sido desde que te conocí. Y no me olvides. Me hubiera gustado...
– Helena.

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https://youtu.be/-aAMtCJJ3zU

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Si todo es fugaz en mi vida, que efímero también sea el sentimiento. Ya no busco nada, ya no quiero pensar más en el resto cuando no puedo con mi propia cabeza atormentándome constantemente. No puedo seguir, no puedo vivir, mi existencia se ha vuelto pesada... el cielo cayó sobre mi cuerpo con fuerza y quebró todos mis sentidos... he sentido al aire ahogarme e intoxicarme con oxígeno para obligarme a seguir con esta tragedia en la cual soy el miserable protagonista y tú el triunfante villano... una historia sin final feliz, ¿o sin fin?
No quiero levantarme hoy, y realmente no sé si quiera hacerlo más... Estoy cansado de luchar contra ti, cuando estás calcinándome hasta los huesos con tu maldita voz... no sé cuánto más pueda soportarte... ¿cuánto debo andar para poder decirte adiós? Porque ya me he despedido de todos y tú sigues aquí... nunca estuve tan solo como ahora que tú me abrazas... hoy te amo de la forma menos romántica que existe, mientras empujo lo único que alguna vez que quise al abismo de tu vacío...
– Vincent.

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https://youtu.be/6WcxRWufzus

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Es probable que me haya equivocado este tiempo con mi comportamiento, que todo sea mi culpa. Y es que, honestamente, no hay nada que me haga pensar lo contrario ahora, cuando estoy sentada en la acera pensando en todo lo que concierne a nosotros. ¿Cuándo fue que cambiamos? Seguro aquel día que decidí que estaba preparada. No lo estaba, y tú tampoco (aunque eso lo sabías). Seguro el día en que derretí un poco mi frío para que fuera cómodo para ti estar cerca de mí. Seguro cuando te mostré más de lo que debías ver, sin considerar que tú no lo harías.
Me apresuré, y en este momento lo único que deseo es que volvamos a ser el ayer... porque te siento tan distante, tan distinto; no quiero perder tu sonrisa y la infinita confianza que teníamos, nuestra intensa complicidad... porque perder eso sería perder lo que entregué a ti, y aunque entregué tan poco, fue parte de mí.
No me estoy sintiendo bien, el miedo irracional es algo que no experimentaba hace años, pero anoche lo sentí, como mi propio frío congelándome. Y definitivamente no eres tú quien lo causó; saberte en mi vida me ayudaba a bloquearlo, mas hace algunos días no te siento... y lo que me atormenta, rebalsa las paredes.
– Helena.

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https://youtu.be/sQcMEI1p0go

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Entonces dejé ir lo que más me importaba. No la compañía en general, sino su compañía. Ya no me permito ese placer tan claro, tan dulce, pero tampoco te permito que a través de mí lleves contigo a alguien más. Si esto es entre tú y yo, que así sea, que no quiero a nadie. Vivo a costas de mendigar alcohol, fiestas y madrugadas llenas de risa, pero no siento nada. Ni frío, ni calor. Ahora me acompañas tú a cada uno de esos lugares, ahora eres más fuerte y estás siempre. Me gritas putrefacción, respiro maldiciones. Y bebo para borrarme si así puedo sacarte de mi cabeza, y luego lloro solo en un rincón cuando las luces caen y el sol sale y todos duermen. He intentado cortarte las manos para que me sueltes, pero más me duele a mí que soy quien sangra por el esfuerzo, que a ti que tienes de acero las muñecas. Luego trato de empujarte lejos probando el placer de la carne, pero ¡oh, bastardo ocioso! Me devuelves el corazón y me lo arrancas y me confundes y me emborrachas y me enloqueces y ya no tengo nada...
– Vincent.

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https://www.youtube.com/watch?v=YzStpP8JkDM

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Me rodeo para no pensar, pero por más que quiera no puedo evitar por siempre la soledad. Es ahí donde me esperas tú, dulce amargura. Reconociendo que vengo desprotegido me consumes y me quitas de a poco la vida; me nublas los oídos, ensordeces mi voz y acallas mis ojos. Entonces ya no lucho, después de todo no hay mucho que pueda hacer cuando es cierta mi vulnerabilidad al caer en tus manos... asumo, desfallezco, y al saciarte de mí me permites respirar el humo tóxico de tu presencia, solo para probarme que aunque sobreviva estarás conmigo, a cada instante, sujeto a mis piernas, como un peso que arrastro al caminar y no me deja respirar, uno que me hace temblar, que duele... y lloro mientras cargo contigo, grito, pero te llevo sin detenerme aunque me desangre al avanzar. Es que si me detengo, aún cuando deje de quemar el fuego que arde en mi interior y sienta un alivio fresco, me habrás convencido de ir hacia donde no puedes llevarme más que por mi propia voluntad, y entonces ¿qué será de lo que dejé ir, de lo que no pude vivir? Aunque contigo a rastras debo también dejar ir tanto...
– Vincent.

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https://www.youtube.com/watch?v=XHqrnhCa6rc

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No sé qué pasa en su corazón hoy, o en su cabeza, que luego de mostrarse derrotado en mi frente de noche, huye al amanecer... existe ante los demás indiferente de mí, y sin embargo cuando estamos a solas puedo sentir la calidez de su amor rodeándome a través de su mirada. Ahí es donde le conozco el alma, a través de las pupilas profundas que se abren como ventanas a su interior. Lástima que el privilegio que tengo me condene a la inquietud, porque ahora bien sé de él más de lo que reconoce de sí mismo y aunque le veo transparente entonces, pronto la muralla cae y me habla en otras lenguas y otros corazones que no son los que vi pero que él crea para defenderse de quién, de qué, ¿de mí?
Luego calla. Me trae y me mueve, salto entre realidades y fantasías que cree que cree y me quedo tirada ahí, esperándolo para cuando mañana vuelva aquí.
– Helena.

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https://www.youtube.com/watch?v=j7uxvgJcWqc

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El mundo tiene poco color, no hay luz desde que llegaste hasta aquí. Y con que llegaste me refiero a que todo siempre fue oscuro, porque caminas de mi mano desde que nací. Pero su sonrisa ¡oh, qué bella sonrisa!, ilumina tanto como nunca había visto, y aunque tú cubres aquel haz brillante para que yo permanezca hundido, como quien tapa el sol con un dedo fracasas. Tan fuerte me vuelve su presencia y yo que tan débil soy, insuficiente seguro (me susurras) para su tímida mirada. No merezco aquel ámbar que me da vida y te tortura mientras me hace feliz, no merezco, no merezco... y me aferro a lo único que me hace sentir, saboreo la quietud (¡pero no lo mereces, mírate, escoria!), te expulso y quedo vacilando en una especie de existencia alterna en la cual no existes, y distingo el turquesa del rosado y el amarillo... y luego caigo y me tienes otra vez, me seduces para que traiga conmigo a ese bello lucero y puedas apagarlo como una vela... entonces entiendo que debo apagar mi deseo para dejarle brillar o cantará una triste serenata conmigo en tu altar.
– Vincent.

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https://www.youtube.com/watch?v=zziQuOwOh8w

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Y no he sido yo quien se ha equivocado, como alguna vez lo lamenté; llorando días y noches al cuestionarme qué hice mal para que me dejases de querer. En ese momento no pude pensar de otra manera, admitido sea, creí haber fallado yo. Y ahora que eres mi pasado, mis antiguas caricias, mis besos perdidos, las cosas se ven con mayor claridad; y debo decir que también las verdades se quitan el traje de mentira que vestían para descubrirse ante mí. Eres un recuerdo, aunque te quiera, aunque extrañe tus brazos por las noches y al pasar por tu lado sólo desee caer en tu cuerpo y fusionar mi alma y la tuya al compás del reloj, eres un recuerdo.
Esa llama que ha quemado todo, me costó asumir, fuiste tú. Cuando tu ego no podía más y te fiaste de que mis ojos iban a mirarte por siempre, sólo a ti; cuando diste tu cuerpo a otro ser, a otra muchacha que rogaba por algo de placer carnal como tú. Chico, ¿no lo has pensado? Perdiste tanto amor por sexo, por una aventura de la noche estrellada, por sentir sobre tus muslos la carne fría de otra persona que no era yo... ¿Tuve la culpa de esto? (que tonta).
Y a veces vuelvo deliberadamente en el tiempo para no olvidar tus manos sobre mi cuerpo, por si alguna vez tenga que recordar cómo lo hacías; en público, como jóvenes prófugos, con miedo a que la gente pensara qué cosas de nosotros... A veces (casi siempre) puedo sentir que estás encerrado en tu habitación, llorando y con el corazón roto, como yo, mientras piensas en las mismas cosas que en mi cabeza revolotean. Que te mueres por no haber cometido ese error, porque me quieres tanto que no soportas este desastre en el que nos atascamos juntos.
Y mientras nos duele, mientras sentimos los dos tanta tristeza, hemos de reconocer algo; jamás volveremos a ser... Pero es tan jodidamente difícil ver la realidad.

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✨ Tan inesperadamente sus grandes manos soltaron mi cintura y sus labios hinchados que en el rostro pálido se notaban rojos como el color de las rosas recién florecidas se separaron de los míos, mostrándome que su suavidad no la probaría otra vez.
Como un mal sueño, como el viento de otoño que llega sin aviso y lleva las hojas secas de los árboles por la ciudad con toda su fuerza para estrellarse no sé dónde, sus cansados ojos cafés dejaron de mirarme y cambiaron su rumbo, cambiaron su nombre y su dulzura al fusionarse con los míos se esfumó, tal si nunca hubiese existido.
Y es que entonces los fugaces meses de verano que pasamos juntos se derrumbaron para mostrarme la cruenta realidad que me deparaba el amor; y las mentiras se mostraron a plena luz del sol, cuando éste ya se estaba cansando de alumbrar mi felicidad; porque el amor no era amor, sino una simple muestra de caridad.
Pretender que está bien ahora que me cuesta respirar su ausencia a pesar de tenerle tan cerca, tan cerca, pero tan lejos además. ¿Tan equívoco es amar a alguien? ¿Soy culpable de haber tragado sus engaños y cegarme? Porque tenía tantas ganas de que esta vez fuera correcto enamorarme... ✨

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