Uy, tu tambien? *-* te puedo pedir un SuLay porfi? <3
Si, yo tambien xDDD Todo puro headcanon, seguro que datos erroneos, blah, blah, blah.
Junmyeon lleva siete años en la empresa. Siete largos años en los que ha conocido a muchos chicos en su misma situación. Muchos que han llegado y se han ido. Algunos han abandonado, otros han tenido suerte. Ha habido mucha gente a la que ha conocido pero nadie como Yixing.
Zhang Yixing. Aquel chico que llego un día a la empresa con intenciones de quedarse y darlo todo por un sueño. Aquel chico de mirada dulce y sonrisa fácil que parecía medio empanado el noventa por ciento de las veces y que aprendió coreano rápidamente. Aquel que se mataba en las clases de danza y que era un adicto a los snacks. Aquel que le fascino desde el primer día que le vio bailar.
Todas las semanas hacían exámenes a los trainers para poder comprobar su nivel e ir subiéndoles o bajándoles de nivel según convenía. Esa semana estaba en el grupo de Yixing pero habían coincidido pocas veces. Iban a hacer el examen en el mismo turno. Junmyeon hizo lo que pudo pero sabía que iba a pasar por los pelos. Sin embargo, Yixing….Yixing lo bordo. Hizo una coreografía perfecta. Un minuto y medio de movimientos fluidos y rítmicos que dejo a toda la clase y profesores parpadeando del asombro. Él el primero.
Ese fue el día que se empezó a considerar fan del chino. Comenzó a averiguar cosas de él y a intercambiar algunas palabras. Luego pasaron los años, llegaron más trainers y anunciaron la creación de EXO. Junmyeon sabía que Yixing iba a estar en él, valía para ello. Cuando le dijeron que él también estaría recuerda que hizo una reverencia, dio las gracias y salió de la sala para ir a esconderse al baño a llorar a lágrima viva. Paradojas de la vida fue Yixing quien le encontró, los ojos rojos llenos de lagrimas, algún moco colgando y una mueca nada hermosa en la boca. Incapaz de parar a pesar de ser lagrimas de felicidad.
El castaño se acerco a él sonriendo y le abrazo. Un abrazo de hermano, de compañero, de amigo. Un reconfortante abrazo que calmo el llanto de Junmyeon pero encendió una alarma en su interior. Una que hacía mucho que no se encendía. Pero fue demasiado tarde. Debería haber visto las señales mucho antes, ahora ya era tarde. Ya se había enamorado.
Junmyeon lleva siete años en la empresa. Siete largos años en los que ha conocido a muchos chicos en su misma situación. Muchos que han llegado y se han ido. Algunos han abandonado, otros han tenido suerte. Ha habido mucha gente a la que ha conocido pero nadie como Yixing.
Zhang Yixing. Aquel chico que llego un día a la empresa con intenciones de quedarse y darlo todo por un sueño. Aquel chico de mirada dulce y sonrisa fácil que parecía medio empanado el noventa por ciento de las veces y que aprendió coreano rápidamente. Aquel que se mataba en las clases de danza y que era un adicto a los snacks. Aquel que le fascino desde el primer día que le vio bailar.
Todas las semanas hacían exámenes a los trainers para poder comprobar su nivel e ir subiéndoles o bajándoles de nivel según convenía. Esa semana estaba en el grupo de Yixing pero habían coincidido pocas veces. Iban a hacer el examen en el mismo turno. Junmyeon hizo lo que pudo pero sabía que iba a pasar por los pelos. Sin embargo, Yixing….Yixing lo bordo. Hizo una coreografía perfecta. Un minuto y medio de movimientos fluidos y rítmicos que dejo a toda la clase y profesores parpadeando del asombro. Él el primero.
Ese fue el día que se empezó a considerar fan del chino. Comenzó a averiguar cosas de él y a intercambiar algunas palabras. Luego pasaron los años, llegaron más trainers y anunciaron la creación de EXO. Junmyeon sabía que Yixing iba a estar en él, valía para ello. Cuando le dijeron que él también estaría recuerda que hizo una reverencia, dio las gracias y salió de la sala para ir a esconderse al baño a llorar a lágrima viva. Paradojas de la vida fue Yixing quien le encontró, los ojos rojos llenos de lagrimas, algún moco colgando y una mueca nada hermosa en la boca. Incapaz de parar a pesar de ser lagrimas de felicidad.
El castaño se acerco a él sonriendo y le abrazo. Un abrazo de hermano, de compañero, de amigo. Un reconfortante abrazo que calmo el llanto de Junmyeon pero encendió una alarma en su interior. Una que hacía mucho que no se encendía. Pero fue demasiado tarde. Debería haber visto las señales mucho antes, ahora ya era tarde. Ya se había enamorado.
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