✧ Morphine ✧

El joven empezó a avanzar por el bosque y sintió que se acercaba aún más donde estaba la voz. Pudo ver en el suelo lo que parecía ser el vestido de la chica en la foto, pero este estaba todo rasgado y con manchas de sangre. Siente una sombra observándolo, justo en frente de él. No mueve un solo músculo, su corazón está por salirse de su pecho, intenta lanzar un grito, pero nada sale de su garganta. Alza su vista y ve unos ojos rojos como la sangre en medio de la oscuridad del bosque. Axel ahora estaba más que asustado. Estaba horrorizado. La figura comenzó a moverse hasta él de una forma inhumana. Tenía varias extremidades que arrastraba mientras se movía, mientras que el resto se encontraba en el aire. El chico estaba inmóvil, las piernas no le respondían sentía que se le cerraba la garganta cada vez que ese monstruo se le acercaba. Axel pudo ver como una de las extremidades era levantada y el final de esta se convertía en varias y filosas garras. El chico entró en razón y pudo observar mejor a esta figura, tenía la silueta de una mujer, pero aun así estaba seguro que no lo era. El observó más el rostro de esa cosa. De esos ojos color sangre salía un rastro negro y en la parte superior de su cabeza salían cuernos retorcidos. Después de lo que le pareció una eternidad, ese espectro soltó un grito realmente infernal. Un sonido gutural realmente repugnante y horrendo. Axel sintió que era el momento de correr por su vida. Esta vez sus piernas si le respondieron y se echó a correr en dirección opuesta de donde se encontraba. Corrió, pero aún sentía que la bestia estaba realmente cerca. Llegó hasta la carretera, donde un conductor de un camión le estaba indicando que se corriera rápidamente. Pero nada pudo evitarlo. El conductor bajó del camión, y no hubo nada que hacer en cuanto al pobre cuerpo de Axel. Pero el conductor pudo ver algo que se encontraba cerca del chico. Era una foto, de una chica hermosa, con 3 dedos levantados. Espero que te haya gustado Moonlight.

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~ La chica en la foto. ~ Un día como cualquier otro, Axel, estaba en su escuela teniendo clases de matemáticas. Solo faltaban 6 minutos para el fin de las clases de ese día y él no podía esperar a salir de ahí. Ya aburrido del parloteo de su profesor Axel comenzó a mirar a través de la ventana y vio, por lo que parecía ser, una fotografía en el suelo. Se sorprendió al ver que ahí en medio del césped se encontraba una foto. Sonó la campana y en lo único en lo que podía pensar era en la abandonada fotografía. Salió al patio, se acercó hasta estar al lado de esta y miró a su alrededor para estar seguro. Flexionó sus rodillas y tomó la fotografía con su mano derecha. Al ver lo que proyectaba esa imagen, Axel no pudo evitar estar maravillado. La imagen mostraba a una chica, parada en medio del césped, tenía un vestido junto con unos zapatos rosas y sonreía mientras hacía el signo de amor y paz con su mano izquierda. Estaba seguro de que era la chica más hermosa que jamás había visto y se dispuso a encontrarla. Corrió por toda la escuela y le preguntó a todos de los que se encontraban allí si es que conocían a la muchacha, pero todos le respondieron que no la conocían. Llego a su casa y le preguntó también a su familia si es que a alguno se le hacía familiar la chica pero todos negaron diciendo que nunca la habían visto. Decepcionado, dejó la fotografía en su mesa de noche, apagó las luces y se acostó en su cama, cayendo dormido. En medio de la noche, Axel es despertado por un golpeteo en su ventana, como el sonido de una uña dando contra el frío vidrio. Después del golpeteo escuchó una risita. Estaba asustado. Se sentó de golpe en su cama para mirar hacia la ventana, donde pudo ver una sombra. De pronto, escucho una voz que lo llamaba. “Axel…ven…acércate Axel” Era la voz de una mujer, sin dudas la voz era hermosa, pero aún así la sentía oscura. Se quedó paralizado por unos segundos, pero luego no pudo evitar ir detrás de esa bella voz. Abrió la ventana de su cuarto, el cual estaba en la planta al nivel del suelo. Pero no logró alcanzarla. Siguió esa bella voz hacia el bosque, que estaba solo a unas casas de la suya. Esa voz se escuchaba más fuerte, y comenzó a distorsionarse. “Axel no tengas miedo, soy yo Axel”

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