Adictivo

Saber quién es uno es la cosa más difícil del mundo.

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El lema que había en el templo de Delfos era "nosce te ipsum" (Conócete a ti mismo) y ellos para conocerse se sometían a pruebas muy duras.

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En los vedas, textos antiguos del hinduísmo escritos en sánscrito, se decía que para conocerse a sí mismo uno debe saber describirse sin recurrir a nada que haga referencia a nuestra imagen, nada que pueda verse en el espejo, sin recurrir a datos de nuestra biografía, decir dónde hemos nacido ni qué hemos hecho, ni los años que tienes, ni de dónde eres, ni cuál es tu profesión, ni nada que ver con tus creencias, ni preferencias, ni preferencias políticas, ni nada.

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Y una vez hayas respondido a esto no sabrás quién eres. Pero al menos sabrás quién no eres.

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Y la clave, en principio, es saber quién no eres.

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Porque las creencias pueden cambiar, puede cambiar tu biografía, puedes nacer español y cambiar de nacionalidad, puedes cambiar de oficio, puedes cambiar de equipo de fútbol, pero lo que siempre permanecerá en ti es la conciencia del "yo".

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Y para ser feliz hace falta saber quién eres. Porque sólo el que sabe quién es sabe qué hace.

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Las películas, los libros y las canciones cuestan dinero de hacer. Las guitarras no las regalan, las mesas de mezclas tampoco, los estudios de grabación tampoco, una cámara de cine cuesta 60 mil euros, tienes que contratar a al menos 100 personas para hacer una película durante al menos tres meses, o incluso un año, con su correspondiente sueldo, su trabajo es necesario. Y eso se tiene que pagar.

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Y para que se pague se tiene que generar ingresos. Tal vez haya algún artista que prefiera dar su obra en internet para darse a conocer y ganar dinero en sus conciertos. O tal vez lo haga por afición y tenga otro trabajo y no quiera vivir de la música o directamente sea multimillonario y le dé igual ganar dinero.

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Y es muy respetable que lo hagan. Pero también es respetable que toda la gente que trabaja en el sector audiovisual prefiera tener unos derechos y no ceder sus obras gratis.

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A mí me parece perfecto que exista la cultura gratis. Es necesaria. Las bibliotecas públicas son necesarias porque accedes a libros y culturizas a la población. Con las películas pasa lo mismo. Debería existir una fórmula para hacer también una especie de biblioteca virtual legal, financiada por el estado, que beneficie tanto a los artistas como a los consumidores.

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Me parece bien que se presten libros y películas y se compartan. Contra lo que estoy completamente en contra es contra esas páginas tipo series.ly que además ganan trabajo con el trabajo ajeno, que no dan un céntimo a las productoras para pagar a sus propios empleados y actores, y encima vayan de defensores de la cultura y todo eso. No, esos simple y llanamente son unos ladrones aprovechados que ganan dinero a costa del trabajo de los demás. Que les den por el culo. Si yo tengo que conseguir algo de forma pirata quiero que sea compartido o de obras libres de derechos, y no con gente que gana dinero a costa de ello de forma ilícita.

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En un mundo ideal y perfecto las adopciones no existirían porque eso significaría que todo padre y madre podría cuidar de sus hijos, no morirían, no los llevarían a un orfanato, los podrían mantener y serían suyos.

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Yo antes pensaba que no deberían adoptarlos, que hay una conexión especial y muy bonita entre la madre y el hijo que una pareja homosexual no podría llegar a alcanzar jamás. También sé que ser adoptado es un trauma (tengo varios amigos que son adoptados y alguna vez me han confesado angustiados que les gustaría saber quiénes fueron sus verdaderos padres y por qué no los quisieron).

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Pero lamentablemente el mundo no es ideal ni perfecto. Hay padres que no pueden mantener a sus hijos y los dan a orfanatos, sobre todo en China e India si nacen niñas, ya que son menos productivas en el campo y deben pagar la dote cuando se casen. Todo el mundo recuerda aquel reportaje de Documentos TV que se hizo hace muchos años y que tanto impactó al mundo en el que metieron una cámara en un orfanato de China y los niños permanecían maniatados y llorando todo el día. Se despertó una conciencia colectiva de adopción para intentar sacarlos de allí.

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Y sí, puede ser muy bonita y espiritual la conexión entre una madre y un hijo (de hecho en la madre se aloja dna de su hijo en su cerebro durante toda la vida) pero vivimos en un mundo imperfecto donde hay muchos niños en orfanatos, que no deberían estar allí, y que van a estar mejor con cualquier pareja heterosexual u homosexual que los saque de allí. Seguro que les dan todo lo que necesitan y les dan una vida digna y mucho amor. Y eso es mucho más importante que saber si les adopta una pareja que tengan unos sexos u otros.

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No me importa el hecho que alegan algunos de que es posible que en el colegio se burlen de ellos por tener dos padres o dos madres. Si hay otros niños que se burlan lo que tienen que hacer es reeducados en una sociedad más tolerante junto con sus padres, que en definitiva son los que les meterán esas ideas cavernícolas en la cabeza.

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Así que siendo realistas y no idealistas, como sé que todavía hay niños que están mal, lo que tengo por seguro es que a un niño, si le diesen a elegir entre vivir toda su vida en un orfanato, sin amor, sin cariño, maniatados, comiendo mal y en condiciones infrahumanas o con una pareja de homosexuales que se van a desvivir por él, le van a dar todo y le van a querer de verdad; estoy seguro que el niño escogería la segunda opción.

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Y ya cuando el mundo sea perfecto y no existan orfanatos, todo el mundo tenga a sus hijos y los padres no los abandonen pues se acabarán las adopciones tanto homosexuales como heterosexuales.

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Pero para eso aún quedan unos cuantos siglos de historia.

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